Preocupante demostración de impotencia

El Cádiz se tuvo que conformar con un triste empate en Elche, donde sólo tuvo una ocasión para marcar y donde se vio un equipo sin chispa, sin recursos y, en algunos momentos, sin la actitud propia de un equipo que se está jugando acabar en la máxima categoría.

En los primeros minutos el Cádiz aparecía como un equipo bien puesto, mientras que el Elche era el que tenía el balón. La apuesta de Cervera por una delantera formada por Salvi y Nano Mesa era una tentación constante para lanzar balones en largo buscando la velocidad de los de arriba y se abusaba de este recurso.

El equipo no era capaz de llevar la iniciativa y tampoco de sacar provecho de la calidad de gente como Jurado o Perea. Ninguno de los dos equipos daba tres pases de seguidos y en los primeros 20 minutos el partido era un ir y venir sin orden ni concierto.

No había ningún ritmo, a pesar de que había tanto en juego. Y, como casi siempre, la labor arbitral no ayudaba nada. Escrique le hizo a Bodiger a la media hora la misma entrada que José Mari a Aitor Sanz el pasado sábado, pero en este caso la tarjeta fue amarilla y no roja.

A Nano Mesa se le anuló un gol en el minuto 33 que presentaba muchas dudas. El equipo no estaba haciendo un buen primer tiempo, pero una vez más se le ponía la zancadilla desde la parte arbitral. En lo estrictamente deportivo, no había continuidad en el juego y era desesperante ver a un equipo que se jugaba tanto y sin capacidad para buscar la portería rival.

En la segunda parte partía el Cádiz con algo más de vocación ofensiva. Había que ir a por el partido contra un rival que ofrecía buenos detalles a través de Iván Sánchez, Álamo y Josan, pero que tampoco se imponía con claridad.

La mejor ocasión la tuvo Perea en el minuto 58 en una gran jugada individual, pero su disparo se encontró con el guardameta local. Quedaba media hora y el partido estaba donde quería Cervera porque el equipo empezaba a llegar algo más. Metía a Pombo por Jurado y había que esperar algo más de los amarillos.

El problema es que cuando robaba el balón lo perdía con demasiada rapidez. El Elche se hacía otra vez con el control y el Cádiz era un alma en pena sobre el césped. No parecía que se estuviera jugando un ascenso a LaLiga Santander.

Estuvo cerca de marcar el Elche en el minuto 90 con un disparo de Pere Milla que salió fuera por muy poco. Al menos el Cádiz se salvó de la derrota, que habría sido el colmo para un equipo que va a peor en cada partido.