Lucha sin premio de un líder combativo

El Cádiz CF no pudo superar a un buen Elche en su segundo empate de la temporada como local. También sin goles, como ante el Deportivo, porque precisamente faltó la puntería de otras tardes. Aunque en este caso hubo un rival que también creó oportunidades, aunque con menos continuidad que los amarillos.

Saltó el Cádiz con la intención de hacer daño desde el inicio. Tenía más protagonismo Perea que Salvi y la mayoría de las jugadas de ataque llegaban por la izquierda. Había pocos espacios y el Elche desde el inicio daba señales de tener mucha personalidad y recursos en la zona ofensivo.

Josan tuvo una buena ocasión a los 18 minutos, pero su disparo salió desviado. Cualquier contra de los visitantes era inquietante porque al Cádiz se le veía sin chispa en los primeros minutos. El partido estaba muy abierto y no estaba bajo control como le gusta a Cervera. Pasaban cosas en las áreas y era de un ida y vuelta preocupante.

Gonzalo Villar era dueño y señor del centro del campo encontraba a sus compañeros a la espalda de Garrido. El Cádiz no le perdía la cara al partido y pisaba el área ilicitana con frecuencia, pero sin peligro. Todo lo contrario que el Elche, que a los 37 minutos tuvo otra ocasión en una contra por medio de Josan, pero el disparo le salió cruzado.

El Cádiz no estaba consiguiendo descifrar el daño que le hacía el Elche entre líneas. Así llegó una oportunidad de Nino antes del descanso, aunque más clara fue la de Perea, con un disparo que se encontró con el larguero.

La segunda parte iba a ser de alto voltaje porque los dos querían ganar y nadie quería arriesgar en exceso. El balón parado adquiría una dimensión especial porque costaba mucho crear peligro en juego estático. Espino puso a prueba al cancerbero visitante con un disparo raso en el minuto 52.

El público veía que el partido estaba muy complicado y apretaba desde la grada para darle al equipo ese punto que le faltaba. El Cádiz abusaba del pelotazo porque en el descanso tampoco se había aclarado las ideas para llegar a la portería de Edgar Badía. Lo hizo Álex en el minuto 59 y no llegaron por poco en el remate ni Lozano ni Salvi.

Cervera quitó al sanluqueño, muy poco afortunado, y metió a Javi Navarro. Cuando quedaba media hora de partido parecía que el Cádiz estaba más entero. Por medio de Perea seguía creando peligro y tenía más continuidad en el juego. El Elche parecía que no llegaba tanto, pero tuvo una ocasión muy clara en el minuto 66 con un juego directo que acabó con Andoni López solo ante Cifuentes, pero su disparo se marchó fuera.

El partido podía caer de cualquier lado. Lozano reclamó penalti en el minuto 73 por un empujón dentro del área, pero el canario Trujillo Suárez no tuvo ninguna duda. Cualquier detalle podía decantar el partido y comenzaron las imprecisiones cuando quedaba un cuarto de hora por el cansancio y por los nervios.

Lozano estuvo cerca del gol con un cabezazo a centro de Iza cuando quedaban siete minutos. Ya el acoso era grande en el área ilicitana, pero Cádiz no tenía la pegada de otros días. Había ansiedad porque se escapaba un partido que se sabía muy complicado en una jornada donde el Almería había recortado.

Ya en la prolongación Alberto Perea tuvo una gran ocasión tras un rechace, pero su volea se marchó fuera por poco. El partido terminó en el área del Elche y el equipo se llevó el aplauso de un público que sabe que lo dio todo para ganar.