Con el Carranza y la humildad como impulso
La derrota en Elche no supuso gran cosa numéricamente porque quedan por delante muchas jornadas y hay tantos enfrentamientos directos que no se puede descartar casi nada. Sin embargo, el Cádiz CF perdió dando muestras de una irritante incapacidad para vencer a un rival que jugaba con uno menos y fue el modo de despertar a muchos de los que hablaban abiertamente del ascenso directo. Ahora vienen tres partidos seguidos en el Carranza.
A Álvaro Cervera no le gustó ni el fondo ni la forma. El técnico se siente muy incómodo cuando percibe en el entorno demasiado triunfalismo y la palabra ascenso la lleva francamente, aunque nadie se lo haya exigido hasta el momento. Es inevitable que la afición y la prensa piensen en metas mayores cuando la plantilla ha crecido tanto en calidad, pero el equipo no puede perder el norte de lo que le pide su entrenador.
Cervera repite una y mil veces que su Cádiz tiene que pelear mucho y hacer un juego muy concreto para salir airoso en sus enfrentamientos. Que no le vale con encomendarse a la calidad de su gente de arriba y algo de eso se pudo ver en Elche, donde los locales parecían el Cádiz por su practicidad.
Ahora llega el Lugo al Carranza y el toque de atención de la pasada semana debería servir de enseñanza para que nadie cuente con los tres puntos antes de tiempo. Por mucho que se le caiga la baba al personal viendo la cantidad de opciones que tiene el técnico a la hora de hacer las convocatorias, al final de nada sirve si el partido se juega como quiere el rival.
Sergio Sánchez se ha recuperado de sus molestias y jugará. Marcos Mauro ha entrado en la lista, pero lo más probable es que tenga que esperar su oportunidad en el banquillo. Espino ha vuelto a ser convocado y la gran duda es si el técnico ya lo ve preparado para saltar al césped. Como en cada jornada, la duda fundamental radica en saber quién jugará arriba. Jairo, Machis y Vallejo se supone que son fijos y habrá que ver si Lekic vuelve al once y quién ocupa la banda derecha.
El Lugo llega sin su timonel, Fernando Seoane, por lesión. Los lucenses, que descansaron el pasado fin de semana por la suspensión del partido con el Reus, afrontan la trigésima jornada desde la decimoséptima posición con 31 puntos, cuatro más que los puestos de descenso.
El lateral derecho Gerard Valentín ha sido descartado por decisión técnica y el preparador rojiblanco no pudo contar con Josete Malagón y Fernando Seoane. El centrocampista, titular indiscutible, estará como mínimo un mes de baja por una lesión de menisco y suplirle será uno de los quebraderos de cabeza para el técnico.
Sergio Gil y Giorgi Aburjania son los máximos candidatos a entrar en el once para contrarrestar la ausencia de uno de los jugadores que lograron rescatar un punto ante el Oviedo a domicilio (1-1) el pasado 3 de marzo. Además del cambio en el centro del campo, Monteagudo tendrá que hacer dos más como mínimo: Campabadal por Valentín en el lateral derecho y el uruguayo Menosse por Josete, aunque también podría mover a esa posición a José Carlos, que ha actuado en los últimos partidos como lateral izquierdo, demarcación a la que aspira el excadista Luis Ruiz.
