Una crisis mucho antes de lo esperado

La derrota del Cádiz en Mallorca ha generado más inquietud en el entorno cadista. El equipo no termina de arrancar, pese a que sólo se han disputado cuatro jornadas. El equipo sufre lejos de Carranza y todo ello, sumado a la delicada situación institucional -con los continuos choques entre Vizcaíno y Cordero- generan ciertas dudas sobre el devenir del curso. Aún así, esto no ha hecho más que empezar.

No se puede hablar de crisis deportiva tras cuatro partidos, de los cuales el Cádiz solo perdió uno y sumó cinco puntos en los tres restantes. Sin embargo, las sensaciones no son buenas, o al menos se alejan de las que transmitía en temporadas anteriores.

El gol sigue siendo la asignatura pendiente, al igual que los partidos lejos de Carranza, donde el Cádiz no terminar de arrancar. El sufrido empate en Soria y la merecida derrota en las Islas Baleares así lo evidencian. El equipo no transmitió nada en Mallorca y eso es algo que preocupa en el entorno cadista.

Todo ello supone un grano más de arena que se suma a la inestabilidad institucional que atraviesa el club. La guerra entre el actual presidente, Manuel Vizcaíno, y Quique Pina, sigue vigente y escribiendo cada día nuevos capítulos, como los que también rodean al director deportivo Juan Carlos Cordero.

Quique Pina encabezó el 16 de noviembre del año pasado una rueda de prensa en la que se anunciaba la prolongación del contrato de Cordero. Con el paso de los meses la situación no ha cambiado y el consejo de administración no ha dado validez a ese contrato. Eso ha provocado que Cordero realizara las correspondientes reclamaciones y el tema se ha enquistado.

Ante tal situación, Cordero ha demandado a la entidad por incumplimiento de contrato, por lo que la tensión con el máximo dirigente cadista sigue en aumento. Todo ello podría derivar incluso en el despido del propio director deportivo, aunque todas las partes esperan que no se llegue a dicho extremo. Esta semana será clave en todo este asunto con el juicio entre ambas partes de por medio. Incluso ya hay nombres para su posible heredero: según ha podido saber ElDesmarque, su sustituto podría ser el ex sevillista Óscar Arias.

Toda esa situación, inevitablemente, repercute en un equipo que adolece de algún cambio próximo. La lesión de Juan Hernández provoca que el Cádiz siga peinando el ya reducido mercado en busca de algún refuerzo que lo supla, una novedad que llegaría como un soplo de aire fresco para revitalizar la plantilla y tranquilizar a todas las partes.

Mientras tanto, el trabajo continúa y en lo deportivo, el cadismo sigue confiando en su equipo y en todo el grupo. Es momento para mantener la calma.