Derrota con mejores sensaciones en el trámite copero

El Cádiz tampoco pudo ganar en la Copa del Rey, aunque en esta ocasión hay que decir que tuvo enfrente un equipo que demostró ser de superior categoría en muchos momentos. Además, en su primer gol pudo contar con ayuda arbitral. En cualquier caso, el equipo de Cervera mejoró su imagen más reciente y dio motivos para la esperanza pensando en el partido del Rayo del sábado.

El Cádiz había empezado el partido con un once nvedoso. Álex Fernández jugaba en la mediapunta, con Abdullah junto a José Mari por detrás. Además, Dani Romera volvía al once y se situaba en la izquierda, mientras que Moha ocupaba la banda diestra. Barral salía desde el inicio después de algunas jornadas relegado al banquillo.
Y no le salió mal el invento a Cervera en el arranque. El equipo recupera el balón con cierta facilidad y se permitía llegar al área d Dani Giménez, pero el Betis golpeó primero con un lanzamiento imparable de Sergio León desde la frontal a los seis minutos. Nada se le podía reprochar al equipo amarillo hasta ese momento, que se encontró con la pegada de un equipo de superior categoría.
El gol hizo daño a los cadistas, de moral quebradiza después de siete jornadas sin ganar. Javi García empezó a imponerse en la medular y las posesiones empezaron a ser más largas para los sevillanos. Incluso así, en alguna ocasión era capaz de imponerse en anticipación y pillar la espalda de la adelantada defensa verdiblanca, aunque Dani Giménez estaba aleccionado para jugar casi de hombre libre.
El problema es que le duraba muy poco la pelota y había momentos en los que perseguía sombras en el campo. El equipo no estaba mal posicionado pero, simplemente, se estaba imponiendo la calidad del rival. Sin embargo, el fútbol es imprevisible y en un momento de aparente control bético llegó el tanto del empate. Abdullah combinó con Moha, que centró al área y Álex Fernández marcó tras un rechace del portero.
El gol fue otro punto de inflexión porque el Cádiz volvió a animarse y recuperó algo de protagonismo en un partido que estaba influenciado por el fuerte viento. El encuentro se igualaba y, además, algunos piques del juego ayudaban para ganar en intensidad. El Cádiz le daba el balón al Betis y no sufría porque era una posesión muy horizontal. Los últimos momentos del primer tiempo fueron algo anodinos porque cuando atacaba el Betis no pasaba nada. Sólo Nahuel inquietaba con sus conducciones en diagonal.
Fue un primer tiempo equilibrado en lo esencial porque la mayor calidad del Betis sólo se tradujo en un gran disparo de Sergio León y en otras acciones intrascendentes en el desarrollo del juego.
Las cosas cambiaron en la segunda parte. El equipo bético salió con la firme intención de marcar diferencias y metió una marcha más. Al Cádiz le costaba seguirle el ritmo y tras un disparo de Narváez que detuvo Yáñez llegó el segundo tanto. Una buena acción individual de Nahuel concluyó con un remate a gol cercano de Sergio León, que demostró estar muy por encima de la media de lo que se ve en Segunda.
Como pasó en el primer periodo, los cadistas reaccionaron tras el mazazo y se fueron a por el empate. Lo tuvo cerca Dani Romera en dos ocasiones. Primero tras una buena combinación con Álvaro y después con un buen cabezazo a centro de Moha. Cervera había quitado a José Mari y Barral para dar entrada a Garrido y Álvaro y las sensaciones eran muy distintas.
El partido ya era de ida y vuelta. El Betis pudo sentenciar con un disparo de Fabián que se encontró con el palo en el minuto 68, pero todavía estuvo más cerca de marcar Álvaro García, que se quedó solo tras un buen pase de Abdullah, pero disparó alto de un modo incomprensible. Ya ninguno se guardaba nada, que para eso es la Copa, y Yáñez tuvo que lucirse ante un buen disparo de Camarasa. Dani Giménez, en la otra portería, también evitó el gol tras varios remates amarillos.
Al Cádiz le costaba más volver y lo pasaba mal cuando el Betis empezaba a ponerle pausa al juego a base de toque, sobre todo después de que Garrido tuviera que dejar al equipo con uno menos por lesión. Pero, incluso así, se llegó al tramo final con la esperanza de sacar algo más porque el equipo llegaba con cierta claridad al área sevillana.
Para no pasar más apuros, el Betis adormeció el encuentro con largas posesiones y así concluyó la ida, aunque Campbell pudo hacer el tercero en una jugada en la que Yáñez se lo impidió. Y se acabó con la sensación de que la Copa se agota para el Cádiz, pero con la promesa de dar guerra en la vuelta.