El Cádiz firma su mejor partido y arrolla al Zaragoza

El Cádiz se reencontró con la victoria ofreciendo su mejor versión. El equipo de Álvaro Cervera desactivó por completo al Zaragoza y fue capaz de imponerse con todo merecimiento. En el mejor encuentro de los locales ni siquiera hubo que sufrir en los minutos finales para certificar una victoria que confirma el fantástico trabajo del entrenador y sus jugadores.

Desde el arranque se vio un Cádiz que iba a por el partido. Ortuño estaba muy activo habiendo diabluras fuera del área y Garrido daba el primer aviso rematando un córner, pero el balón salió alto. El Zaragoza respondía con posesiones largas y la demostración de la calidad de un equipo que está lejos del puesto que puede merecer por su nivel.
Zapater y Morán movían el juego de los maños con criterio y nunca faltaba un apoyo de Cani en la mediapunta o de José Enrique por la izquierda. La pelota era del Zaragoza, pero el Cádiz estaba cómodo y dio primero. En una acción a la contra Álvaro García ganó en velocidad al lateral y su centro lo remató solo Salvi, que marcó a placer.
Era complicado empezar mejor porque el tanto suponía un mazazo para un rival que llegaba con el dolor de no ganar fuera de casa desde hace meses, pero ya había demostrado de lo que era capaz. Pero el toque de los zaragocistas se compensaba con la viveza, la anticipación y la buena colocación de los locales, que lejos de meterse atrás, seguían con la firme intención de robar en zonas peligrosas para el rival.
Álvaro Cervera había vuelto a apostar por el trivote y no funcionaba mal, pero Abdullah daba muestras de nuevo que no tiene la clarividencia de un mediapunta para el último pase, aunque como mediocentro sea fiable en la salida del balón. En cualquier caso, el partido estaba donde quería el Cádiz porque a su oponente la había afectado el gol y el cuadro de Cervera se permitía tocar con brillantez cuando el partido se encaminaba a la media hora de juego. Incluso la suerte le sonreía porque tras una pérdida de Garrido Cani se quedó solo dentro del área y Sankaré tuvo que evitar el gol en la misma línea. Para colmo, en el rechace el balón acabó en el larguero de la portería de Cifuentes.
Tras el susto el Cádiz siguió a lo suyo. Llegaba con desparpajo gracias a la inspiración de la gente de arriba y a la colaboración de Brian, que parecía recuperar su nivel. Abdullah estuvo cerca de anotar el segundo al aprovechar un rechace al borde del área, pero la pelota se marchó fuera por poco. Salvi reclamó un penalti en el minuto 37 por el agarrón de José Enrique, pero Cordero Vega no quiso complicarse la vida.
Eran los momentos en los que los locales triangulaban de fábula. Por la derecha o por la izquierda siempre había un buen pase al extremo y la defensa maña tenía que redoblar esfuerzos para evitar el segundo, que en el tramo final del primer tiempo estuvo bastante más cerca que el empate. La pregunta era si el Cádiz tendría fuerzas en la segunda mitad para aguantar esa presión alta y esa intensidad. 
Había sido el mejor primer tiempo de la temporada y la cosa todavía podía mejorar. En una gran jugada con un centro de Brian el Cádiz hizo el segundo por medio de Abdullah, que cruzó el balón con gran habilidad en el primer palo. Era la recompensa a un trabajo fantástico ante un gallito de la categoría, que después del gol daba entrada a Juan Muñoz, otro delantero.
Cabía esperar la reacción del Zaragoza, que llegaba en los minutos siguientes con un centro raso de Ángel y con un disparo del mismo jugador, detenido sin problemas por Cifuentes. El Cádiz sabía lo que le venía encima, pero tenía personalidad para seguir atacando y otro centro de Brian casi acaba en gol con un despeje hacia su propia portería de Cabrera. 
El equipo de Agné estaba en estado de shock y el Cádiz se aprovechaba de ello robando balones cerca de su área. Cuando quedaba media hora para el final no se atisbaba el cansancio en un equipo que se estaba gustando. Fue una pena que fuera anulado un gol a Ortuño por fuera de juego tras rematar de manera excelente un centro de Brian. Grandioso el encuentro del jugador cedido por el Granada.
Cuando faltaban 20 minutos el Zaragoza metía más madera arriba con el canterano Xiscu y Cervera quitaba al amonestado José Mari para meter a Eddy. El ritmo era el que le interesaba al Cádiz, que demostraba tener oficio para parar el partido cuando podía. Nico Hidalgo entraba por un cansado Salvi, que había hecho un gran partido entrando por los dos costados.
La noche estaba encaminada a acabar en fiesta y lo confirmó Ortuño haciendo un tercer gol espectacular a pase de Nico Hidalgo. La defensa maña ya hacía aguas y el murciano jugueteó con su oponente para marcar por la escuadra. La clase de este jugador es un espectáculo. Ya el partido estaba muerto y aunque el Zaragoza quería demostrar su vergüenza torera, ya no tenía nada que hacer. Prohibido soñar, sí, pero este equipo tiene días que lo pone complicado.

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