Los errores eliminan al Cádiz de la Copa

El Cádiz cayó eliminado de la Copa del Rey ante el Córdoba en un encuentro donde pagó caros sus fallos. Dos goles en contra donde pudo hacer mucho más y errores en ataque en las oportunidades claras de que dispuso en ambos periodos. Buenas sensaciones que no fueron suficientes para seguir adelante en la competición

Nico Hidalgo fue el protagonista en los primeros compases del encuentro porque las primeras llegadas cadistas se produjeron por su banda. Bijimine lo pasaba mal cuando le encaraba y combinaba bien con Abel Gómez, que actuaba en la mediapunta, por detrás de Güiza. El Cádiz estaba intenso, constante en la presión y con chispa en sus extremos. La cosa empezaba bien.
Gracias a un robo de balón por la feroz presión alta llegaría la primera ocasión para Güiza, pero la defensa impidió que rematara. Era una versión interesante, con algunas mejoras con respecto al equipo de la Liga. Con muy poco, Juanjo mejoraba las prestaciones ofensivas de Carpio y en defensa también era fiable. En el centro del campo José Mari se mostraba más suelto y rápido de mente para sacar el balón casi siempre a la mejor opción.
Aitor tuvo el primer gol en un centro de Juanjo, pero llegó al remate de cabeza sin mucha fe en el minuto 12. El Córdoba se estiraba, pero en el primer cuarto de hora no llegó a pisar tanto el área rival como los amarillos. El más peligroso era Juli, que caía en las dos bandas y que se hacía notar con su velocidad. A los 20 minutos de juego ya el Cádiz no controlaba tanto el partido.
Borja y Edu Ramos se iban imponiendo en la medular y el balón ya estaba la mayor parte del tiempo en los pies de jugadores blanquiverdes. El Cádiz no estaba especialmente incómodo porque no sufría en defensa y porque el ADN de este equipo es el de salir a la contra. Fue un error propio el que dio pie al primer tanto del partido, obra de Juli. Migue, incomprensiblemente, dejó pasar el balón y Juli se aprovechó para batir a Jesús Fernández.
Tocaba hacer lo que peor se le da al Cádiz: remontar un partido. Aitor, con un disparo de la izquierda, dio el primer aviso. La esperanza estaba en que el Córdoba no ofrecía mucha seguridad en defensa cuando el equipo local era capaz de llegar al área de Kieszek. Y la respuesta definitiva llegaría con el gol de Aitor en el minuto 35. Un gran balón en profundidad de Güiza a Nico Hildalgo lo convirtió en oro el velocísimo extremo amarillo, que superó a Javi Galán y tuvo la paciencia para dar el pase atrás desde la línea de fondo. Ahí apareció el extremeño para marcar a puerta vacía.
El Cádiz había hecho lo más complicado, ahora quedaba volver a llevar el control para hacer más daño a una zaga que dejaba mucho que desear. Pero tampoco iba mucho mejor la cadista, que en el minuto 40 permitió un remate claro de Piovaccari tras un centro desde la izquierda de Juli. Otro error impropio de una defensa de Segunda. Era un partido muy abierto y el Cádiz pudo empatar antes del descanso, pero Güiza no acertó a colocar bien la pelota con la zurda tras un servicio de Aitor. El portero hizo una buena parada y el remate posterior de Nico se marchó fuera por poco. Fue lo último del primer tiempo, en el que el Cádiz no fue peor que su oponente.
Será porque la Copa es diferente a la Liga, pero las ocasiones se sucedían y en el inicio de la segunda parte tampoco faltaron. Un gran pase interior de Abel no pudo ser transformado en gol por Güiza, al que ganó la defensa del Córdoba en su carrera. Después, Servando tuvo el empate en boca de gol tras un córner, pero su remate se encontró con la pierna de otro defensa.
El Cádiz metía en su área al Córdoba, que volvía a perder el mando. Las recuperaciones amarillas eran constantes, pero faltaban el último pase, el centro y el remate. El equipo de Oltra ya asumía su papel de jugar con el marcador y buscar las cosquillas a la contra, como hizo Piovaccari en el minuto 55 con un remate raso que salió fuera.
Cuando vio Cervera que el balón volvía a poder del rival, quiso cambiar la dinámica y lo hizo dando entrada a dos jugadores: Gastón del Castillo y Gorka Santamaría. Había que agitar el partido y el equipo se iba de nuevo arriba con los cambios. El argentino hacía daño entre líneas y la pena es que Güiza no tenia su noche porque falló otra buena ocasión con un remate de cabeza a centro de Nico Hidalgo.
Abel Gómez se quedaba como mediocentro y el equipo tenía una clara vocación ofensiva. Eso permitía que el Córdoba le ganara las espaldas y así llegó un disparo peligroso de Bergdich en el minuto 70. Edu Ramos daba otro susto a renglón seguido con un lanzamiento desde fuera del área. El partido estaba roto y podía pasar cualquier cosa.
El gol de Güiza se resistía y se lo estaba mereciendo. Un buen pase de Santamaría dejó al jerezano en buena situación para empatar, pero su disparo lo despejó el guardameta del Córdoba. El reloj corría en contra de los intereses cadistas, pero incluso así el equipo hacía un juego vistoso con Del Castillo, Santamaría y Güiza. Nico Hidalgo había bajado sus prestaciones, pero seguía incordiando por la derecha.
Y no se puede obviar la actuación del árbitro De la Fuente Ramos, que perjudicó en las acciones importantes al Cádiz, en la línea de lo que viene pasando en la Liga. Pero en los últimos minutos no fue ése el problema, sino que faltó claridad para superar las dos líneas de cuatro que presentaba el Córdoba. La circulación no lograba penetrar en el entramado defensivo y, cuando lo hacía, se erraba en el remate. 
Lo intentó de todas las maneras, pero el gol no llegó. Tuvo ocasiones para ello, pero no pudo ser. Lo mejor es quedarse con lo bien que compitió este Cádiz de los menos habituales. Lo peor fueron los fallos en defensa, algo que se penaliza muy caro en esta categoría.

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