Garrido hace justicia en la prolongación para un buen Cádiz

El Cádiz ganó al Numancia de una manera similar a como perdió en Reus, con la diferencia de que los amarillos habían hecho muchos méritos para llevarse los tres puntos antes de que Garrido marcara en el minuto 93.

El partido comenzó con un alto ritmo y con la consigna clara por parte del Cádiz de ir a buscar el gol desde el primer momento. Pisaba el área soriana con peligro sobre todo desde la derecha, pero una ocasión clara llegaría en el minuto cinco en una internada fantástica de Ortuño, que dio el pase atrás y dejó solo a Salvi, pero su remate lo sacó un defensa del Numancia cuando ya se cantaba el gol.
El Numancia había dejado en el banquillo a algunos de sus hombres más importantes, como Manu del Moral o Julio Álvarez y parecía un equipo propicio para hincarle el diente, pero ya en el minuto diez había dado muestras de su peligrosidad a través de Luis Valcarce, que realizó un centro peligroso que fue cortado in extremis por Aridane. Era un partido abierto y muy atractivo.
El Cádiz presionaba arriba y complicaba la salida del balón del Numancia, pero cuando la superaba llegaba con mucha gente al área cadista y había que medir los riesgos. El Numancia se había quitado de encima el dominio amarillo y cuando se había cumplido el primer cuarto de hora ya se imponía en el centro del campo y tenía mucha presencia cerca de Cifuentes. Pedraza falló en el área pequeña una ocasión muy clara en el minuto 19. Eran momentos en los que el conjunto soriano robaba una y otra vez la pelota.
Lo bueno es que el Cádiz se las apañaba para, con pocos toques, coger las espaldas de la defensa con desmarques diagonales de Salvi, que tuvo otra buena oportunidad en el minuto 21, pero Munir desvió a córner su disparo cruzado. Pero el partido se jugaba como quería el Numancia, mejor posicionado y con mucha calidad para poner en constantes apuros a la defensa cadista. El primer gol de los visitantes no había llegado por fallos propios o porque los centrales cadistas se adelantaban en el último momento, pero la sensación es que el 0-1 estaba cerca.
Ya contra el Mallorca y, por momentos, contra el Levante en la Copa dio la sensación de que el rival era superior y el equipo supo reponerse para competir bien. En este caso estaba costando mucho hilvanar jugadas. La frase de Cervera de que el Cádiz no tiene jugadores para tener la pelota pesaba como una losa porque todo lo que no fuera que los extremos recibieran en ventaja era un sufrimiento. 
Abdullah no aparecía y tampoco lo hacía Rubén Cruz, del que se esperaba mucho por sus buenas aportaciones saliendo desde el banquillo. En este caso no fue capaz de entrar en contacto con el balón y el público se empezaba a desesperar en el minuto 36 cuando el equipo lo fiaba todo a pelotazos. Todo el Carranza se acordaba de la clara ocasión fallada por Salvi en el inicio porque la cosa había cambiado como de la noche al día. En los últimos minutos las cosas se igualaron de nuevo y el Cádiz recuperó el pulso, aunque casi siempre era frenado por un árbitro horrible. Otro partido de 'mala suerte' en ese apartado...
La segunda parte comenzó de nuevo con el Numancia teniendo la pelota y con el Cádiz muy enchufado intentando darle las menores opciones. Cervera había dado entrada a Garrido por Eddy porque éste había visto una tarjeta y porque, además, el centro del campo hacía aguas por todas partes. Además, Aitor entraba por una desdibujado Rubén Cruz y Álvaro García pasaba a jugar por detrás de Ortuño. Cambios para un equipo que, sin el menor disimulo, esperaba su momento a la contra.
Pero quien dice una contra dice un balón parado. Así llegó una doble ocasión a través de Salvi y Sankaré, pero Munir evitó el primer tanto del partido con dos buenas intervenciones. No estaba teniendo fortuna el Cádiz en una noche en la que había estado persiguiendo sombras durante un rato pero en la que seguía vivo para llevarse los tres puntos.
El partido había perdido calidad cuando quedaban 20 minutos, pero de emoción iba bien despachado. Ya los sorianos no tocaban tanto y eso le permitía al Cádiz tener más opciones. Álvaro hacía daño con su movilidad arriba y Salvi aparecía mucho, pero el susto lo dio Manu del Moral en el minuto 73 con un remate cruzado que le salió muy flojo y que detuvo Cifuentes sin problemas.
La réplica la puso Ortuño, con una arrancada de mucho poderío. Remató con la derecha, Munir despejó la pelota y Álvaro mandó fuera su remate cuando, otra vez, se cantaba el gol. En un partido de mucho sufrimiento el Cádiz ya se había merecido ponerse por delante. Del murciano se puede esperar todo en cualquier momento porque es impresionante cómo usa el cuerpo y la zancada que tiene para el desborde.
El caso es que el partido llegaba a los diez últimos minutos con todo por decidir. Ya estaba en el campo Güiza y con él podría tener el Cádiz la precisión que faltó en las ocasiones anteriores. Había que tener la valentía suficiente para ir arriba aunque eso le provocara destaparse en defensa. Pablo Valcarce creó una ocasión clara para el Numancia en el minuto 85, pero Cifuentes y Sankaré se las ingeniaron para alejar el peligro. El fantasma de otro gol matador en contra sobrevolaba en los minutos finales.
Nadie especulaba a pesar de que las fuerzas ya no sobraban. Por eso cada llegada era un peligro, como la ocasión que tuvo Güiza en el minuto 88 después de una gran galopada de Álvaro, pero su remate se marchó fuera. El jerezano llegó a tener otra clara acto seguido, pero su disparo fue repelido por Munir. No pudo hacer nada el buen portero del Numancia para evitar el gol de cabeza de Garrido en la prolongación. El Cádiz fue capaz de superar el buen nivel de su rival y su propia falta de acierto. Como colofón, Cifuentes evitó el empate cuando el árbitro estaba a punto de pitar con una gran intervención. Fiesta en Carranza con una victoria importantísima.