La pesadilla del excadista Perico en el AE Larissa

El ex cadista Perico está viviendo un auténtico calvario en su aventura griega en el AE Larissa, con el que ha disputado hasta el momento 15 partidos oficiales y ha marcado tres goles. A los cada vez más habituales temas de impagos hay que sumar varios más que desagradables que superan cualquier calificativo condenatorio.

Y es que el futbolista malagueño que jugara la pasada campaña en el Cádiz CF ha recibido amenazas, coacciones e incluso ha sido agredido por su presidente. Tal y como suena. Así lo confesó el propio Perico en el programa 'Andalucía Internacional' Radio Giralda. "Todo lo que pueda contar me da ya hasta vergüenza, hay muchos amigos a los que no he contado nada. Hay cosas que cuento a mi familia y no lo comprenden. Llevo todo el día arreglando papeles, de abogados, en el médico, en comisaría... Es un auténtico desastre la organización aquí", relató el jugador.
El fatídico episodio sucedió así. "El presidente me citó el otro día en la oficina y resulta que cada vez que yo voy a hablar con ellos, hablan en griego y me traducen en inglés. Llevo seis meses estudiando inglés y me desenvuelvo bien, pero no me expreso igual que si tuviese un traductor. Entonces decidí que ya no se reían más de mí, porque cada vez que he ido a la oficina me han cambiado el contrato, me han engañado, me han hecho firmar papeles que no sé ni lo que he firmado. Como yo lo que quiero es irme, a la ultima reunión me llevé a una traductora. Cuando iba a entrar, ella se quedó en la puerta y le dijeron que no entrara. Yo les dije que no podía hablar en inglés porque me quería ir del club y quería expresarme bien. Lo tengo todo grabado porque aquí no te puedes fiar de nadie. Estoy asustado. Le empieza a decir de todo, a insultarla, y la traductora dijo que entonces nos íbamos, que así de esa forma no había nada que hablar. Cuando nos marchábamos, el presidente salió, pegó dos porrazos, me cogió del cuello, me dio dos golpes, me metió para dentro del despacho contra la mesa, empezó a gritarme en griego... los que estaban allí no hicieron nada. Me intentó coger otra vez pero yo trataba de esquivarlo. El presidente cerró la puerta y la traductora se marchó corriendo llamando a la policía. Cuando el presidente escuchó eso, se marchó. Fuimos a la policía, pusimos una denuncia y fui al médico porque me molestaba el cuello".
A pesar de lo vivido, Perico tiene que seguir cumpliendo profesionalmente con el Larissa. "Tengo que seguir yendo a los entrenamientos. Aquí nadie dice nada. Todo el mundo lo sabe todo pero todos tienen miedo. Me despiertan por la noche llamando al timbre, me han intentado meter miedo para que me vaya de la ciudad y así poder denunciarme por incumplimiento de contrato. He contratado un abogado griego y me está ayudando. Seguimos esperando el parte de comisaría y el parte del médico, que para que me lo den tengo que ir con el abogado. Estoy esperando que me den los papeles para irme y tener alguna prueba. No puedo arriesgarme, con 30 años, a que me denuncien por incumplimiento de contrato y la FIFA me sancione con dos años sin jugar. Por las noches se quedan amigos conmigo a dormir", añadió Perico.
El origen de toda esta disputa radica en que "ellos quieren que firme un documento en el que me muestro conforme con los pagos y con todo lo percibido hasta el momento. Y no estoy conforme. Mi casa la paga el club y el dueño de la vivienda lleva un mes llamándome sin parar diciéndome que el presidente no le paga, que le tengo que pagar yo. Lo próximo será el coche... Otro día me citaron en la tienda del club para presionarme".
Perico espera que tanto su abogado en Grecia como alguno que le está ayudando también desde España logren enderezar la situación y le saquen de esta pesadilla. El campeonato de la segunda griega, en la que milita el Larissa, termina el próximo 15 de abril. Para entonces, el malagueño espera tenerlo todo más que resuelto para dejar atrás esta horrible aventura futbolística.