Con Giménez, a la guerra o a Turín
Si hay que ir a jugar un partido, fichen para su equipo a José María Giménez. Si hay que ir a la guerra, recluten para su pelotón a José María Giménez. Y si hay que visitar a la Juventus en Turín, tengan claro que José María Giménez debe ser titular sí o sí en su once titular. El uruguayo está en un estado de forma impecable y en el triunfo ante el Leganés, volvió a ser el mejor jugador del Atlético de Madrid sobre el campo. Ya lo hizo el pasado fin de semana en Anoeta con un segundo tiempo impecable, venía de otro partido perfecto ante el Villarreal y unos días antes, fue uno de los grandes protagonistas en el triunfo ante la Juventus. Y en todos ellos, con la portería a cero.
Giménez ha llegado para quedarse. Ha tenido titubeos a lo largo de la temporada, pero ahora está en un estado de '10'. A pesar de que las estadísticas engañen, el uruguayo tuvo un papel importante ante el Leganés, imponente en el juego aéreo y con tres intervenciones claves para evitar ocasiones pepineras. Su jerarquía en defensa es incuestionable y mejora cuando tiene al lado a su compatriota Godín. En este caso, Savic fue su compañero en la zaga. Y curiosamente, al montenegrino apenas se le vio a lo largo de todo el partido, mientras que Giménez aparecía en todas las acciones defensivas. En todas con un resultado favorable.
Un partido en el que que, a todo esto, se le vio al Atlético de Madrid pensando en otra cosa. Concretamente en lo de Turín, donde tocará sufrir. Dio descanso Simeone a jugadores como Morata, que no jugó ni un minuto. Salieron en el descanso Saúl y Lemar, vitales para reconducir al equipo. Se quedó en el banquillo Griezmann tras el paso por vestuarios. Y el resultado, perfecto: 'unocerismo', cuarta victoria consecutiva en LaLiga Santander y presión para el Barcelona.
Y es que un año más, el Atlético de Madrid se presenta como el único candidato capaz de arrebatarle el título al cuadro blaugrana. A siete puntos, pero ahí sigue, partido a partido, en la terna. Otros se bajaron antes del barco, como en años anteriores. Pero el Atlético, que no da por perdida ninguna batalla, sigue peleando y sabe que ganar lleva a ganar. O a triunfar, porque en Turín se firma el empate.
