Los héroes tapados del Emirates

Coraje y corazón. Esas han sido las premisas principales por las que el Atlético de Madrid mantiene un pie en la final de la final de la Europa League. Una posibilidad motivada por el derroche de casta y esfuerzo que han desplegado los pupilos de Simeone en el Emirates, con un empate de 'kilates' que muy pocos pensaban que llegaría y que bien tiene nombres propios.

El primero de ellos es Jan Oblak. El esloveno ha desplegado el enésimo recital de paradas desde que llegara al Atlético de Madrid, salvando una y otra vez el marco de un equipo que podría haber salido goleado del Emirates, pues el esloveno salvó hasta cuatro o cinco goles claros del Arsenal. Con los pies, por arriba, estirándose o a bocajarro. Da igual cómo intentes batir al arquero colchonero, pues noqueó una y otra vez los intentos de Lacazette, Welbeck o Ramsey, que se toparon con la figura de un portero que fue uno de los principales responsables de que el equipo llegara con vida al tramo final y que continúa llamando a las puertas de los mejores del continente a base de noches históricas.
Otro de los históricos que nunca se rinde en este Atleti es Diego Godín. Mención especial merece el central uruguayo, que le tocó bailar con los velocísimos delanteros del Arsenal. Rápido al corte, inconmensurable en los balones aéreos y combativo en los uno contra uno, el defensor evitó una y otra vez los arreones de los 'gunners', que bien pudieron terminar el partido con un botín mayor. No obstante el charrúa volvió a erigirse como el mariscal de la retaguardia, protagonizando una actuación sensacional.
El tercero en discordia es Thomas. Ya sea de lateral o de mediocentro defensivo, el ghanés desplegó un recital de recursos. En el corte fue un auténtico quebradero para la zona de tres cuartos del Arsenal, que se topaba una y otra vez ante la garra del centro campista. También le tocó sacar la pelota desde atrás, darle pausa al frenético ritmo del partido e incluso comandar contragolpes. La expulsión de Vrsaljko le obligó a escorarse algo más al lateral para complementar esas ayudas, lo que no empañó un partido que lo encumbra como futbolista grande.