Gaitán reaparece dos meses y 24 días después

El centrocampista argentino Nicolás Gaitán reapareció este jueves con el Atlético de Madrid después de 17 partidos fuera de la convocatoria, como un salida que parecía segura en el mercado de invierno, pero que concluyó con él aún en el club y reactivado ahora con sus primeros minutos desde el 29 de noviembre.

Desde entonces, cuando jugó el choque completo de vuelta de los dieciseisavos de final de la Copa del Rey contra el Elche en el Wanda Metropolitano, no había vuelto a disputar ningún encuentro con la camiseta rojiblanca, pendiente de una cesión o un traspaso en el mes de enero que no se consumó y que le mantiene en el Atlético.
Ni siquiera entonces, cuando había expirado el plazo de fichajes invernal en España -aún seguía y sigue abierto en otros países-, regresó a una convocatoria, en concreto a ninguna de las cuatro hasta ahora en el mes de febrero, hasta este jueves en la Liga Europa frente al Copenhague y de la mano de otra circunstancia.
Porque Yannick Carrasco, un jugador de su misma demarcación, apunta al fútbol chino. De momento, está en negociaciones con el Dalian Yifang para su fichaje con autorización del Atlético, que después, si hay acuerdo entre el jugador y el club asiático, deberá aceptar la oferta para formalizar su posible traspaso. El extremo belga, entre tanto, no entró en la convocatoria ante el Copenhague.
Sí lo hizo Gaitán, desde este jueves ante otra oportunidad en el Atlético, en el que, hasta el momento, ha estado lejos de todas las expectativas que generó la insistencia de Diego Simeone en su contratación y su fichaje en el verano de 2016 por el club rojiblanco, con el que ha jugado 49 partidos y ha marcado 4 goles.
También ha dado cuatro asistencias, todas, como los tantos, la pasada temporada, dentro de ese volumen de encuentros, pero siempre fuera del once tipo, sólo con presencias puntuales y casi circunstanciales en la alineación titular y, sobre todo, por debajo del nivel de un futbolista de su categoría y jerarquía.
El Atlético pagó cerca de 25 millones de euros por Gaitán al Benfica para incorporarlo en el verano de 2016. Era un anhelo de Simeone, que insistió e insistió, con dos intentonas fallidas en cada uno de los dos años anteriores, en su contratación. Lo logró entonces, a la vez que su llegada despertó entusiasmo en la afición.
Gaitán, procedente del club portugués, con el que conquistó diez títulos y maravilló, por ejemplo, en un partido de la Liga de Campeones en el Vicente Calderón, en el que marcó un gol y dio otro en septiembre de 2015 (1-2), no ha encontrado la versión de antaño, relegado, por extensión, a un papel secundario en el Atlético.
"Asumo la responsabilidad de no haberle dado los minutos que necesita para demostrar la calidad que tiene ¿Qué le falta? Que el entrenador le dé más minutos porque él no ha tenido nunca seis o siete partidos seguidos para poder responder con lo que tiene. Lo he puesto pocas veces en el lugar donde rinde mejor, que es la izquierda", exponía Simeone a finales del pasado mes de octubre.
Más allá del ejercicio entonces de autocrítica del técnico argentino, Gaitán no ha rendido aún como se esperaba. Salvo detalles, ha sido un futbolista inadvertido en muchos de los partidos, sin el protagonismo que debía reclamar su indudable talento, sus regates o sus pases, con cuentagotas en el Atlético.
En lo numérico, 49 partidos oficiales con la camiseta rojiblanca, desde su debut, el 21 de agosto de 2016 en el primer partido de la pasada campaña, un 1-1 contra el Alavés en el Calderón, en el que entró en el minuto 38 por la izquierda, hasta este jueves, el inicio quizá de una nueva oportunidad, aunque está ya sí parece la última.
Ha sido titular sólo en 24 ocasiones (veinte la pasada temporada y cuatro la actual) de 73 posibles, sin contar los seis encuentros oficiales que se perdió por lesión entre ambos cursos o trece choques de su equipo este curso, en los que, con su salida ya decidida, no entró en los planes ni en las convocatorias de Simeone hasta este jueves, reaparecido con 30 minutos frente al Copenhague.