Diego Costa, alegrías de 30 segundos
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Apenas ha completado 100 minutos con la camiseta del Atlético de Madrid, pero el regreso de Diego Costa ya ha sido trascendente para el cuadro colchonero. Capaz de marcar, intimidar y dar un nuevo aire al equipo en solo dos partidos, el hispano brasileño ha regresado con hambre de gol y anotando dos tantos al Lleida y al Getafe. Pero ninguno dejó un buen sabor de boca.
Tras tres meses esperando su debut, Diego Costa regresó con todo en territorio catalán la pasada semana. Apenas necesitó cinco minutos para volver a marcar con la rojiblanca, pero el tanto dejó una imagen curiosa en la grada. Los aficionados colchoneros festejaban el regreso goleador del de Lagarto y en cuestión de 30 segundos, cambiaban de forma radical su gesto por uno mucho más preocupante.
Ante el Lleida, Costa marcó y casi se lesiona en la misma jugada, pues recibió un pisotón del defensor local a la vez que empujaba el balón. El fuerte dolor que sufría en la espinilla fue decreciendo y el delantero consiguió acabar el partido y recuperar el tono físico en los dos días siguientes, pensando en su debut en el Wanda Metropolitano.
Un debut que, de nuevo, no dejó indiferente a nadie. El Atlético transmitía mucha mayor sensación de peligro en ataque y el ánimo del equipo ya era mucho más positivo que en citas anteriores. Mediada la segunda mitad, Costa redondeaba su partido enviando a la red un centro lateral de Sime Vrsaljko. Pero la alegría, una vez más, duró apenas 30 segundos.
Saltó la valla de publicidad, subió las escaleras de emergencia y se abrazó a los aficionados que ocupaban el Fondo Sur del Metropolitano. Segunda amarilla y a la calle. Otro gol que, de nuevo, se paladeaba de forma agridulce por los aficionados del Atlético, que a su vez perdían un jugador determinante para la siguiente jornada.
Diego Costa volverá a tener la oportunidad de ser titular este martes, de nuevo ante el Lleida, ante la imposibilidad de jugar frente al Éibar en Liga. Más allá de seguir creciendo físicamente y cogiendo ritmo de partidos, su reto, esta vez, consistirá en que sus goles generen alegría más allá de los primeros segundos.