Final feliz de temporada en el Calderón

El delantero del Atlético de Madrid Fernando Torres y su compañero francés Antoine Griezmann, con dos goles en tres minutos tras el descanso, y el regreso del portugués Tiago Mendes, más de cinco meses después de su lesión, pusieron el final feliz a la Liga en el Calderón con victoria local por 2-0 ante el Celta de Vigo.

Torres, con su undécimo tanto en Liga de este curso y el número 109 de su carrera como rojiblanco, abrió el marcador para un Atlético que pudo festejar ante su público un final de campeonato en el que, si bien no tenía nada en juego, sí que había sido planteado como un duelo importante para mantener el pulso competitivo antes del parón de dos semanas hasta final de la Liga de Campeones.
Lo hizo el argentino Diego Simeone en la alineación, con el equipo titular de las grandes ocasiones, en el tercer partido del técnico rojiblanco en la grada por su sanción. Germán Burgos volvió a ejercer desde el banco mientras el 'Cholo' presenciaba el encuentro desde el palco y era homenajeado por los hinchas rojiblancos, que fueron coreando a todos los jugadores en los primeros minutos.
Pese al ambiente festivo inicial y las primeras ocasiones locales, con un disparo de Saúl Ñíguez y un cabezazo del uruguayo Diego Godín que se estrelló en el larguero, el partido se fue ensombreciendo en la grada conforme el Celta -que buscaba el quinto puesto y evitar la ronda previa en la Liga Europa- tuvo ocasiones.
En esos momentos emergió Oblak, providencial tapando un remate del chileno Fabián Orellana y tan seguro como acostumbra, para cerrar un campeonato en el que solo ha recibido 18 goles en 38 encuentros, ganando con merecimiento el 'Zamora' como portero menos goleado. El duelo se fue al descanso con el marcador impoluto: 0-0.
Al regreso de los vestuarios, Torres cambió el clima del encuentro rematando, de forma acrobática, un saque de esquina lanzado por Koke, que prolongó de cabeza hacia el interior el delantero sueco del Celta John Guidetti. El 'Niño' se elevó en el segundo palo y con la pierna derecha puso el 1-0 en el marcador y el grito en la boca de los aficionados rojiblancos.
Corría el minuto 51 y, hasta entonces, el encuentro tenía un pronóstico discutible para los hinchas rojiblancos. Pero el escepticismo se convirtió en euforia cuando, tres minutos después, el mismo Torres intentaba una chilena que estrellaba el balón en el larguero y Griezmann conectaba la cabeza con el esférico para alojarlo en las mallas. 22 goles para el francés en este campeonato.
El partido ya estaba lanzado en clave emotiva y no hubo más peligro que un disparo de Nolito por parte celtiña, por lo que llegó el momento de los homenajes, con la sustitución de Griezmann en el 73, que salió con una ovación al ser sustituido por el belga Yannick Ferreira Carrasco.
Pero el gran momento llegó minutos después, cuando Burgos llamaba al banquillo a Tiago Mendes, que estaba calentando en el córner izquierdo del fondo sur. La grada sabía que iba a volver a ver al portugués de corto, cinco meses y medio después de aquella fractura de la tibia derecha el 28 de noviembre.
El cambio fue si cabe más emotivo, al ser sustituido Fernando Torres. Se mezclaron las ovaciones al '9' rojiblanco, devenido en delantero goleador en los últimos tres meses y en el mejor estado de forma desde su regreso al club rojiblanco; y la bienvenida al mediocentro portugués, que resonó mucho más fuerte.
Con los jugadores dando una vuelta al campo para aplaudir a un público en pie y gritos de 'Atleti yo te amo, contigo a la final' cerró el Atlético el campeonato, con el objetivo cumplido de competir en la última jornada y llevarse un buen sabor de boca para enfocar las dos semanas de preparación monográfica para final de la Liga de Campeones, el próximo 28 de mayo en Milán contra el Real Madrid.