El largo regreso a casa de Patxi Salinas
Entre los leones que se reunieron en el mítico templo del 'Euskalduna' para festejar los "40 años" de aquel Athletic campeón, 'el de la Gabarra', había dos futbolistas que han entrenado al Club Portugalete. El primero, Luis de la Fuente, que llegó a La Florida de la mano de José Ángel Arrillaga 'Tatxeta'. Fue a finales del siglo XX. El jarrero, aún en sus pinitos, le regaló al Club Portugalete una forma de entender el fútbol como jamás se ha había visto. Por hermosa. Idílica. Deliciosa.
Más de un cuarto de siglo después, otro León de aquella Gabarra 'subía' a La Florida con la intención de colocar al Club Portugalete en el lugar que por historia y tiempos que corren le corresponde. Eduardo Rivacoba Zurimendi lo había invitado a que, como capitán, navegara en la carabela del 700 aniversario de la Noble Villa Jarrillera.
¡Viento en popa a toda vela! No se había percatado el presidente del Club Portugalete de que Patxi no es hombre de carne y hueso, nunca lo había sido, sino héroe que, tras la titánica 'batalla final' librada frente a las huestes del Barcelona de Maradona y ¡Clos! [suena como a hueso roto], se convirtió en mito inaprensible y sin retorno.
Durante las excavaciones que se llevan a cabo en el Santiago Bernabéu, al descubierto ha quedado Troya. Sin murallas, sin caballo de madera, sin Hector, sin Paris, Aquiles herido de muerte. No tuvo otra Patxi Salinas que la huida hacia Itaca, o sea, a ninguna parte. Disfrazado de Odiseo, Ulises y el 'Protofutbol'. Sólo asumiendo estas premisas podremos entender su vagar continuo, nómada de nadie, apátrida sin cielo ni infierno, Cain con la frente Inmaculada. Del Edén de Lezama hacia el fin del mundo.
Galicia al oeste: Celta, Porriño Industrial, Club Deportivo Ourense, Rápido de Bouzas: ¡deprisa, deprisa! Cataluña al este: Union Sportiva San Andreu; Burgos al Norte, Badajoz, al Sur, a la sombra de la capital de Extremadura, Mérida majestuosa con teatro y acueducto.
"Todo se va, todo tiende a pasar, por el tiempo que nos señalan, para ver qué al final del viaje, todo vuelve para comenzar: ¡Gesta en Lezama rescatando a los cachorros de las lindes del Averno! Y ni aun así: "hay los que luchan toda la vida: ¡esos son los imprescindibles!".
La Florida fue un error en el que todos se equivocaron. Porque el 'Mito' antepone su libertad al talento de la gente.
El campo de 'Los Llanos' por entero a cambio del trabajo matinal de unos chicos que sueñan que un día serán 'de primera'. El sueño a cambio de la terca realidad que durante los dos mandatos del presidente había situado al Club Portugalete en lo más alto, tocando el Cielo y luego más. "No quiso la virgen [de la Guía] que Patxi Salinas tuviera poder sobre el fútbol de los grandes jugadores".
La cosa no fue, como nunca van las cosas que no tienen mucho sentido. "Crónica de un imposible anunciado". Cada mochuelo, a su olivo. A punto de caramelo la preciosa tribuna que se ideó para festejar un ascenso directo o vía play off, morada será donde se cobije toda esa gente que desea disfrutar viendo jugar al primer juvenil del Club Portugalete.
Tal vez a Patxi Salinas le habría gustado estar sentado al lado del que fue su presidente, y junto a Mikel Torres, alcalde que en la llegada de Patxi Salinas creyó ver el regreso de Luis de la Fuente. Dos entrenadores con suerte dispar. Dos jugadores de la 'liga del 83', la de 'la Gabarra' de entonces, la del festejo del Euskalduna de hoy, la del homenaje a ras de hierba del 4 de Mayo en San Mamés frente al Real Betis Balompié.
Querer y no poder. Desearlo tanto y desertar por asuntos propios o compartidos. En Chipre se halla 'el menor' de los Salinas. Así como un día en Malta, hoy, allí. En Paphos ciudad. Cantos de sirena a los que sí hizo caso porque la figura de Michel Salgado le inspira confianza. Crecer con el equipo en condición de segundo entrenador. Hasta dónde, hasta cuándo. Ni él mismo lo sabe. Ni lo quiere saber. Por tierra, mar y aire.
Así es la vida del que nació para soñar. Del que salió ileso de Troya. Del que recorrió no se sabe cómo el Mediterráneo dando tumbos por culpa de una brújula averiada. Por donde va ya fue. Por donde llegó ya vino. Desconoce que 'Salina' es una isla al sur de Italia. Que Afrodita surgió del esperma de Urano confundido en las aguas del mar que custodian esta isla mítica, prodigiosa. ¡Salinas, ay, Salinas!
El otro día fue de excursión con Michel Salgado a ver una tumba recién descubierta. Ilustraciones en color de poemas de Homero. Escenas de la Iliada y la Odisea. Odiseo, ¡él mismo!, Ulises es, huyendo con sus amigos de la cueva de Polifemo escondido entre un rebaño de ovejas. Patxi Salinas está en Chipre. En Paphos. Donde el mito que él es nunca muere.
• Por Kuitxi Pérez, periodista y exfutbolista
