Un Athletic asomado al optimismo en 2023
El 2022 era un año trufado de novedades e incógnitas en el universo futbolístico, a nivel global el balompié en cada continente, categoría y genero recuperaba el pulso tras dos años de pandemia COVID realizando las últimas pruebas “pcr” a jugadores y aficionados, la seguridad sanitaria regresaba a los vestuarios y a las gradas dejando atrás, esperamos para siempre, escenas con banquillos de jugadores y aficionados separados por un protocolo de distancias y mascarillas. Hoy en día algunos Clubes aún buscan el oxígeno económico que les permita recobrar los ritmos y posiciones de comienzos de aquel 2020.
Para premiar la fidelidad de las aficiones, el último capricho de Blatter al frente de la FIFA había programado un Mundial en mitad de la segunda fase competitiva del año, en Asía, Catar concretamente. El deporte rey poco ha aprendido o ha progresado en este torneo, a parte de la estrambótica túnica que cubrió al capitán argentino en la ceremonia final, pocas notas que guardar para el recuerdo de los “panenka del balón”.
Probablemente las piernas del bueno de Di María y Leo Messi agradecerán para siempre la ocurrencia en el calendario, muchas figuras han regresado precipitadamente del país pérsico sin sentir la oficialidad de la cita, al menos no nos caben dudas sobre el merecido broche al final de una carrera ejemplar para el de Rosario, el último Dios global del balón con vida tras la despedida del genial Pelé.
Lo nuestro es el Athletic Club...
En lo concerniente a lo importante, disculpen la pedantería, el Athletic Club cierra estos doce meses con un magnífico sabor de boca tras disputar entre LaLiga Santander, Copa del Rey y Supercopa 43 partidos oficiales. La afición rojiblanca seguramente ha brindado la pasada Nochevieja con las copas llenas de buenas sensaciones.
En el balance del curso las noticias positivas para el Club son mayoría y nos tienen que permitir asomarnos al balcón del 2023 desde el optimismo.
La primera plantilla rojiblanca, motor de la Entidad, de la mano de una magnífica dirección técnica, culmina un proceso de renovación que en muchas posiciones nos permite proponer alineaciones con magníficas prestaciones, hace meses que los rivales adivinan en los rojiblancos un hueso duro de roer, un equipo que empezó el ejercicio creciendo en el área que defendía para cerrar el año percutiendo sobre las porterías rivales.
Línea a línea, en esta docena de meses, tanto en Copa como en Liga el trabajo de Marcelino García Toral, Ernesto Valverde y no los olvidemos, el de sus respectivos preparadores físicos, nos ha permitido consolidar con continuidad la competencia de un mínimo de dos jugadores por la misma demarcación.
Ecuación que bien resuelta permite a los equipos competitivos que las convocatorias semanales crezcan en calidad tanto en las listas del equipo titular como en los relevos que esperan minutos en los banquillos.
Bajo palos el inventario es envidiable, contamos con Unai Simón y Agirrezabala, dos porteros jóvenes, solventes, con presente y muchos futuro, dos pilares. En los laterales, Lekue, Capa, Balenziaga compiten con un Yuri Berchiche, supremo cuando encuentra la forma y un De Marcos que nos da una Master Class desde hace meses de saber estar y competir, tiene la receta de la pócima mágica.
El eje central de la defensa cuenta con Yeray, Vivían e Iñigo Martínez, tres centrales a parecer de nivel internacional, que garantizan parejas de máximo rendimiento en cada combinación.
Delante de la línea defensiva, por dentro hay donde elegir, a lo largo de todo el año hemos disfrutado de una mejora de prestaciones.
El cuarteto con más minutos en las transiciones con y sin balón es una garantía. Vesga cierra el año con una docena de partidos para enmarcar y Dani García siempre está dispuesto a ayudar, entrega y oficio. Cada semana, desde aquel hat trick en Iruña, todos contamos los días entre partido y partido para ver los controles orientados y el látigo goleador de Oihan Sancet, hay madera.
El que ya sabe es Iker Muniain, discúlpenme, sigue siendo el 10 del equipo
Su último torneo de Copa es memorable, mereció una tercera final consecutiva después de Mestalla, sigue cambiando el curso de los partidos y su asistencia es diferencial. Zarraga pidió al 2022 jugar en el primer equipo, ya sabe lo difícil que está el puesto, Vencedor conoce el oficio y puede guiar la medular si fuera necesario, seguro que Ander Herrera nos aporta más relevos de calidad.
Las opciones en las demarcaciones de vanguardia mantienen las expectativas, el trabajo y la osadía del plantel están mejorando los números en cada estadística.
El buen trabajo en las filas del Club de Amorebieta nos permitió reforzar una posición en la que los equipos profesionales invierten cada temporada una parte muy importante de sus recursos, Gorka Guruzeta suma goles y a la vez permite que el rombo de ataque se enriquezca en las rotaciones alternando jugadores en los carriles y en la punta de ataque de manera fiable.
Berenguer llegó al Athletic para aportar minutos de calidad, no ha defraudado, junto con Iñaki y Ohian forma la terna de máximos goleadores del grupo. Raúl García sigue trabajando al máximo nivel, en cada partido y en cada entrenamiento, Villalibre sabe que tiene que mantener el esfuerzo y dar un paso al frente para conseguir minutos.
Capítulo a parte merece la marca de los hermanos Williams que pueden liderar en números y generación de impactos positivos la próxima década en el Athletic. Aún se desconoce el material del que está hecho el mayor de los hermanos, eterno en los esfuerzos, disponible para sus entrenadores hace más de cinco temporadas, nadie quiere defender sus desmarques en profundidad. Nico practica ya la élite cada semana, el chaval que goleó al Atlético de Madrid en la Supercopa de Riad se ha transformado en un futbolista titular, internacional.
A la salud en los terrenos de juego se suman otro ramillete de fortalezas apuntaladas en este 2022, se ha trabajado duro estos 365 días.
Las cesiones de Prados, Imanol García de Albéniz, Artola o Nico Serrano están acumulando las experiencias necesarias. Las plantillas de las categorías inferiores tienen varias joyas que el taller debe pulir para garantizar las transiciones necesarias para unos años, procesos que el club debe afrontar en los momentos de estabilidad deportiva y a fuego lento.
Las infraestructuras de Lezama están preparadas para recibir camadas durante un par de décadas, el templo de San Mamés presume de unas nuevas arterias en modo de escaleras mecánicas.
Desde el 7 de Abril del 2022 las taquillas y los bloques de las diferentes tribunas se beneficiarán durante años del nuevo orden creado en los fondos una vez habilitada una grada joven de precios populares, más importante será disponer de una herramienta imprescindible para la captación de nuevas generaciones. El impacto en el rendimiento deportivo del equipo cuando comparece como local con el apoyo de esta nueva Grada Popular de Animación puede recoger su primera cosecha esta misma temporada.
El año quedará marcado para siempre como el de los nuevos Estatutos, el nuevo articulado aprobado en Mayo debería dar soluciones y estabilidad social en el medio y largo plazo, habilitado queda para adaptarse con cintura a las necesidades políticas y estructurales del futuro de nuestra entidad.
La apertura de un proceso electoral hace medio año nos permitió contrastar las ideas de los socios y socias.
Las tres candidaturas coincidieron en el eje central de sus programas que votamos en el novedoso escenario de la Catedral, los retos económicos siguen vigentes, todos compartimos la misión: digitalización, modernización y monetización de procesos en cada área de desarrollo. Todo, sin perder jamás de vista un estilo y unos valores que nos hacen ser un caso único en la fusión e identificación entre Club, jugadores y afición en el deporte mundial.
El Athletic Club debe y puede seguir trabajando en la dirección correcta.
Merece un mayor impacto y rendimiento económico de su marca, que le permita apuntalar su mayor activo, el talento que su saber hacer obtiene de cada camada desde hace décadas en Lezama.
Otra buena nueva, las clasificaciones medias de los últimos cinco años traerán una mejora porcentual e inmediata de los ingresos por derechos de TV.
Sin depender de urgencias, palancas o arriesgadas apuestas por fondos modelo CVC, la franquicia rojiblanca sigue en forma 125 años después, la familia rojiblanca se merece celebrar el aniversario y en especial la capacidad para seguir decidiendo su propio futuro a corto y medio plazo.
Queda mucho trabajo y por supuesto algunas incertidumbres que adivinamos. En especial el camino a recorrer por la precipitada nueva liga de fútbol profesional femenina, el escenario creado tras la inminente aprobación de la nueva Ley del deporte, el marco legal que permita a los Clubs SD mantener su modelo de gobierno o nuestro papel en los futuros equilibrios entre UEFA, modelos alternativos como las Superligas y los clubs estado.
Todos tenemos claro que el deporte profesional jamás te da un respiro, el resto de Clubs y Ligas, en especial en Europa no descansan en la optimización de recursos y la búsqueda de la mejora continua, también, estoy seguro quedan muchos momentos que celebrar por la familia rojiblanca, vamos a por este 2023, aupa Athletic, bizi ametsak.
• Por Aitor Elizegi, expresidente del Athletic Club
