Muniain, de "sesión nocturna en el taller"

El pasado 28 de septiembre, uno de los líderes del Athletic Club, Iker Muniain, hacía enmudecer a San Mamés. El de la Txantrea se lesionaba de rotura de ligamento cruzado en los últimos minutos del partido de la Europa League frente al Zorya ucraniano. Dos meses después va quedando etapas a pasos agigantados. Tras ver en televisión el 2-2 del equipo ante el Deportivo, se puso manos a la obra en su gimnasio particular.

"Sesión nocturna en el taller", lanza con una imagen Muniain, a las 23:24 de la noche del domingo, en la que levanta pesas mientras fortalece su articulación reconstruida. Le espera aún una latosa rehabilitación. Muniain llegaría en condiciones en el tramo final de la temporada. Por trabajo y esfuerzo no va a quedar.
En la memoria, los 12 encuentros que había disputado antes de su lesión, con dos goles marcados (ante el Girona y el Panathinaikos) demostró que había vuelto la mejor versión de Muniain. "Me sobran los motivos para volver a levantarme", agradeció a todos los que le habían "mostrado vuestro cariño y fuerza. Gracias de corazón", escribía. Más de dos años antes, el 4 de abril de 2015, en otra acción fortuita, se rompió el cruzado de la rodilla izquerda en el Sánchez Pizjuán. 
El pasado 9 de octubre pasó por el quirófano para restañar su articulación. Comenzaba así el duro y largo camino para su reaparición. Cuando se lesionó la rodilla izquierda recibió el alta médica seis meses después, pero tres lesiones musculares seguidas, habituales en la fase de puesta a punto, retrasaron su vuelta a los terrenos de juego. Volvió ocho meses y medio después ante el Levante en San Mamés.