Benzema acaba con la racha del Athletic en San Mamés

"Para mi sin duda este es el partido", comentaban en Pozas algunos athleticzales, ávidos de derrotar 'al eterno rival'. La visita del Real Madrid, líder de LaLiga Santander, pone las pilas como nadie al Athletic Club y a su afición dispuestos a hacer valer su empaque en San Mamés este sábado que, pese a ser Medio Día del Club, lució un ambiente inmejorable con 49.095 espectadores. El subidón de Anoeta, el buen juego del Pizjuán alfombraron una moral elevada, pero no fue suficiente, aunque nadie negará que no quedó una gota de sudor por dar.

En una jornada propicia, ya que el viernes perdió el Villarreal y hoy empatan Eibar y Espanyol, la verdad es que las casas de apuestas no confiaban demasiado en los leones, pagaban su victoria a 5,25€ por 1,57 la de los blancos, -al descanso ya daban 12-, y desgraciadamente acertaron. Desde agosto no se caía en la Catedral, entonces fue el Barça, hoy el Madrid es el que vencía (1-2) con goles de Benzema y Casemiro, superiores al de Aduriz en una tarde en la que los bilbaínos han peleado hasta la extenuación pero han recibido los dos grandes males que avanzaba el 'scouting': una contra y un balón parado.
Ernesto Valverde optó por dejar en el banco a Iker Muniain tratando de aprovechar la frescura física y el empuje de Lekue, uno de los más destacados últimamente; en su apuesta por tratar de asfixiar a los de Zidane le cambiaba de banda con objeto de ayudar atrás a Balenziaga y de dar problemas a Carvajal. El tomatero arrancó fuerte con una bonita pared hacia el marco del 'sospechoso' Keylor Navas, haciendo gala de esa vehemencia que pedía el míster, con una salida espectacular, 'vintage' casi, de un Athletic desatado como en los viejos tiempos.
Raúl García, aún más ante el Madrid, estaba como una moto, el balón se abría a las bandas, se ponían balones a la olla, se volaba incluso de la mano del mediapunta de Zizur, pero vino a durar diez minutos. Así que no por ello el equipo de Zidane dejó de enseñar su colmillo guiado por Benzema ante una defensa muy adelantada. Un gol correctamente anulado a CR7 y un paradón de Kepa dejaban claro que a la contra es un conjunto mortífero, en sus primeros dos ataques en 15 minutos dio un par de sustos enormes, por lo que el Txingurri pidió más atención a sus hombres, sobre todo a Lekue que tenía un duelo digno de OK Corral con el lateral madrileño.
Tras ese inicio digno de un encierro sanferminero el visitante fue captando pausa y mando. Su tripleta de mediocentros cogieron cuero lo que era una mala señal para los bilbaínos, lo mismo que la permisividad de Latre con Casemiro (va cual tiburón blanco a los cortes), y por tanto pasó lo más temido: Benzema, excelso esta tarde, anotaba el 0-1 a pase de Ronaldo en otra contra. Un momento clave, seguido por una acción de Ramos, con placet para repartir empujones en cada montonera, provocaba el calentón de Raúl García que derivó en tangana viendo amarilla justo los que no la habían empezado.
El trencilla oscense andaba al pairo, al igual que opacado estaba Beñat, que es la brújula del juego rojiblanco y no veía muchas opciones de recibir el esférico con algo de espacio para girarse, o De marcos penaba sufriente... Fue recibir ese gol y ver una imagen declinante de los leones hasta el descanso, que llegó sin mayores sobresaltos, ni buenos ni malos, lo que iba a favor del que estaba ganando, obvio. ¿Habría remontada hoy también? Aduriz desde luego lo intentó nada más regresar del vestuario, el Athletic -volcado a la derecha- volvió a la carga, pero sin llegar a la presencia del primer periodo.
La grada intuyó dudas por lo que comenzó a tirar ella del equipo, impulsado por eso y también por el cambio de un Modric que mandaba muchísimo, Iñaki Williams remataba una gran jugada con De Marcos en el 62' pero Navas se lució con su brazo abajo, y ya dos minutos después no pudo con la maravillosa dejada de Raúl García que Aduriz machaba a bocajarro para firmar el empate. La faena es que la alegría apenas duró tres minutos, los que tardó Casemiro en poner el 1-2 totalmente solo en el área pequeña en un boquete defensivo seguramente provocado por el miedo a Ramos.
Nadie puede negar la respuesta bilbaína, que aceleró en busca de las tablas a través de ambos costados, con nota alta para Balenziaga y para un Williams soberbio que, haciendo un traje a Marcelo, volvió a probar a Keylor en otra gran acción. Pero el cansancio pasaba factura. Mikel Rico entró por un Beñat muerto y Susaeta por Rulo, Aduriz ya no iba a todas como es lógico, por lo que la recta final dependía de la Providencia para cambiar el marcador. Los tres minutos de descuento fueron un acoso, pero no llegó esa jugada milagrosa y se consumó la derrota.
Parón y a el Sadar
Ahora que el Athletic se había puesto las pilas toca volver a parar. La liga cierra sus puertas para dar paso a los compromisos internacionales, por lo que el siguiente partido de los de Ernesto Valverde llegará ya el sábado 1 de abril con otro derbi, en este caso con la visita a tierras navarras para medirse a un Osasuna que se va a pique.

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