Una despedida multitudinaria para el gran capitán

Hace poco más de un año, el 30 de marzo de 2015, Andoni Iraola anunciaba su adiós, poniendo fin a 16 temporadas en el Athletic Club, 12 de ellas en su primer equipo. En el mismo lugar, la sala de prensa de Lezama, el otro gran capitán rojiblanco, Carlos Gurpegui, escenificaba este miércoles 11 de mayo de 2016 su despedida, igual de triste y emotiva, igual de multitudinaria. Quizás más en los tres casos.

En la sala de prensa de las instalaciones deportivas del Athletic Club no cabía hoy un alma. La comparecencia de Gurpegui estaba prevista para las 12:45 horas, pero la amplia representación de periodistas, cámaras y fotógrafos, ya habían tomado posiciones desde más una hora antes.
Las dos primeras filas de asientos estaban reservadas a la plantilla, pero muchos de los compañeros de equipo de Gurpegui acabaron por distribuir por los laterales de la sala, igual que los cachorros que un día compartieron vestuario con el de Andosilla -Aketxe, Ramalho, Saborit, Unai López y Guarrotxena-, el cuerpo técnico de Ernesto Valverde al completo, varios directivos -Aldazabal, Uribe-Etxebarria, Silvia Muriel, Laura Martínez y Palacios-Huerta-, ademas de José Ángel Iribar y José Mari Amorrortu, y buena parte de los empleados del club que trabajan en Lezama. Todos quisieron acompañar a Carlos Gurpegui en su último acto público como león.
En un discreto segundo plano se quedaron dos de sus mejores amigos, los exleones navarros Pablo Orbaiz y Mari Lacruz. Orbaiz, que cedió la capitanía a Gurpegui tras su marcha a Olympiacos en 2011 y sigue aún en activo en las filas del CD Valle de Egüés, de Tercera División, confesaba tras el acto que no pensaba que el de Andosilla hubiera aguantado sin emocionarse o llorar - "tú no eres tan duro, le he dicho", comentaba en una conversación informal-. Aunque Gurpegui sí que estuvo a punto de echar una lágrima cuando se refirió al vestuario rojiblanco.
La comparecencia de Carlos Gurpegui tuvo como colofón un largo, sentido y merecido aplauso de todos los presentes, al que el navarro puso fin con un "vamos a comer".  Y es que, tras su comparecencia, el capitán y sus compañeros y amigos se reunieron en un conocido restaurante de Larrabetzu. Una reunión para seguir rememorando los grandes momentos de Gurpegui ha dado al Athletic Club en estos 18 años. Siempre con una sonrisa.
Mañana jueves tocará ponerse de nuevo el mono de trabajo para seguir preprando el partido ante el Sevilla, el último de Carlos Gurpegui con la camiseta rojiblanca, la única que ha defendido. Tocará entonces homenajearle como el auténtico 'One Club Man'.