922 días después... Fernando Llorente

Prácticamente todos los aficionados al fútbol son conocedores de la historia de amor-odio que mantiene Fernando Llorente con el Athletic Club.

El hoy delantero del Sevilla FC se enfrentará el sábado –si así lo decide Unai Emery- por primera vez al equipo en el que creció como futbolista, aunque aún deberá esperar a la última jornada de Liga para tener la opción de regresar a Bilbao y debutar en el nuevo campo de San Mamés.  El riojano fue captado por José María Amorrortu con apenas doce años, edad con la que dejó Rincón de Soto para marcharse a hacer carrera en la prolífica cantera de Lezama, donde confiaban en él y no se equivocaron. Al delantero incluso se le buscó una familia en Las Arenas, donde vivió durante sus primeros años en la disciplina rojiblanca.Fernando Llorente disputó 333 partidos y anotó 115 goles con la camiseta del Athletic Club
Llorente debutó con el primer equipo zurigorri de la mano de Ernesto Valverde, que le dio los 90 minutos en un Athletic-Espanyol de la 2004/05. Apenas ese partido de prueba necesitó el atacante para darle la razón al ‘Txingurri’. En el siguiente, de Copa ante el Lanzarote, se destapó con un hat-trick que hizo las delicias del viejo San Mamés.  Desde entonces, 333 partidos y 115 goles marcaron su estancia en el Athletic. Todo era maravilloso en sus primeras temporadas. Valverde le hizo debutar, Javier Clemente le pulió –con anécdotas de su factoría como llamarle 'Fernandito' para conseguir sacar su lado más rebelde-, comenzó a brillar con Joaquín Caparrós y con Marcelo Bielsa explotó en la recordada temporada 2011/12. En la que el conjunto vizcaíno alcanzó las finales de la Europa League y la Copa del Rey, cayendo ante el Atlético de Madrid y el FC Barcelona respectivamente. En la competición continental, precisamente, fue el gran artífice del subcampeonato con siete tantos que fueron clave.    Sus goles, su procedencia de la cantera y, por qué no decirlo, su atractivo físico le convirtieron pronto en un héroe en Bilbao –el Rey León le llamaban-, comparándole incluso con Julen Guerrero, otro referente rubio y goleador en sus tiempos de gloria. Incluso se proclamó campeón del mundo con la selección española, convirtiéndose en el primer jugador del Athletic –junto a Javi Martínez- en conseguirlo.
Todo se tuerce en la 2012/13  Sin embargo, todo comenzó a torcerse cuando su contrato expiraba. El 30 de junio de 2013 Fernando Llorente quedaba desvinculado del Athletic Club, y pese a las intentonas de la entidad por renovarle nunca se llegó a un acuerdo, aunque hubo quien en algún medio diera por hecho que se había ampliado su contrato hasta 2016.  El acuerdo se enquistó y, con ello, la grada de San Mamés se encendió con el que, hasta hace muy poco, había sido su gran héroe. El Athletic es un club muy particular y, hasta entonces, era muy raro ver salir a sus estrellas, y en todo caso se iban vendidos para hacer caja. Dejar el Athletic por "dinero" o "ganar títulos" siempre se ha considerado una traición en al alma de un equipo 'único en el mundo', como dijo L'Equipe.
Todo ello se aliñó con una temporada para olvidar, la segunda del Loco Bielsa, en la que el equipo bilbaíno coqueteó incluso con el descenso.  Todos esos ingredientes propiciaron que en San Mamés se viviera un ambiente irrespirable, con una bronca sonada entre Bielsa y un empleado de Balzola, o una visita a un entrenamiento en Lezama para criticar con pancartas y una actitud no precisamente muy respetuosa la actitud de Llorente, algo nunca visto antes en Bilbao.Su negativa a renovar encendió a la hinchada 'athleticzale' contra él, haciendo irrespirable el ambiente en San Mamés.
Los malos gestos...
Además, hubo varios gestos que encendieron a la hinchada athleticzale. Fue aplaudido en el Bernabéu y devolvió el gesto a la grada, apareció en su web oficial con la camiseta de la selección española y no la del Athletic, atendía a medios nacionales y no lo hacía con los de Euskadi… y a partir de entonces se desarrolló una tormenta con tintes incluso políticos en torno a su figura,... Mientras, en las calles del Botxo, se acusaba al interés de su representante y hermano, Txus, en llevarse una buena comisión por la renovación del menor de la casa.  Llorente se marchó en el verano de 2013 sin dejar un solo euro en las arcas del Athletic, pese a que meses antes se rumoreó sobre una posible oferta de la Juventus para poder llevárselo pagando algo. Pero Urrutia la desmintió después y se remitió, como es costumbre filosófica en Ibaigane, a su cláusula de rescisión. El presidente, por cierto, también salió tocado de aquellos lodos. En rueda de prensa se limitó a decir que el público de Bilbao era “soberano” cuando el ambiente contra Llorente era irrespirable en San Mamés, lo que no hizo sino echar gasolina al fuego en lugar de calmar las aguas.
El primer enfrentamiento  “Fue una liberación terminar el contrato con el Athletic", declaró poco después de comprometerse con la Juventus de Turín. Para la afición rojiblanca también, que en apenas unos meses pasó de idolatrar al hoy sevillista a proclamarle como 'Floris', el enemigo público número uno.  Desde entonces y hasta el sábado habrán pasado 922 días desde su marcha, y por fin Llorente volverá a verse las caras contra el que ha sido el equipo de su vida y del que salió por la puerta de atrás. Peleado con la directiva y parte de la grada, mientras otra opta por el silencio y sus excompañeros siguen manteniendo su amistad con él, como ocurre con Ander Herrera o Javi Martínez.   Así pues, después de haberle marcado el pasado 8 de diciembre a la Juve, el riojano tendrá la oportunidad de, en poco más de un mes, marcarle con la camiseta sevillista al otro de los dos clubes en los que ha militado como profesional.  Otro cantar será el partido de vuelta. Su regreso a Bilbao está marcado para el fin de semana del 15 de mayo, en la última jornada de Liga, aunque en la capital vizcaína se apuesta a que el de Rincón de Soto no estará en San Mamés en ese partido.
¿Imaginan a Athletic Club y Sevilla jugándose la vida y Fernando Llorente por medio en La Catedral?