Agradecido por el regalo, señor Kieszek

El Sevilla Atlético ha dado continuidad a la victoria de la pasada semana en La Romareda, y en un partido con dos partes muy diferenciadas fue capaz de sumar su segundo triunfo consecutivo, lo que cobra más valor si se tiene en cuenta que en Zaragoza cerró una racha de ocho sin ganar. Un error garrafal el meta del Córdoba CF, Kieszek, decantó el encuentro en una primera mitad en la que los sevillistas, eso sí, merecieron el gol.

Por primera vez desde que se recuperara de su lesión, Borja Lasso fue titular y el equipo lo notó sobremanera. Fede San Emeterio se quedaba por detrás en el centro del campo, barriendo todo lo necesario, y el cerebro del equipo se movía con libertad jugando y haciendo jugar a sus compañeros, como fue el caso de Yan Brice. El africano cuajó uno de sus mejores encuentros, posicionado más arriba, y siendo importante en el tramo final. En la retaguardia, Matos volvía a su posición tras superar su lesión y Álex Muñoz ocupaba el lugar de Diego González, concentrado con la sub 21.
En la puesta en escena del partido no hubo lugar al engaño. Desde el inicio fue el Sevilla Atlético el que proponía fútbol, con Lasso e Ivi gustándose y levantando a la afición, mientras que el Córdoba esperaba atrás y salía en rápidas contras. En la primera de ellas, en el minuto 3, estuvo cerca de adelantarse, pues José Antonio Caro salió mal y el exsevillista Rodri lo intentó con una vaselina que se le fue fuera.
Pero el Sevilla no se amilanaba e iba al ataque con la confianza que recolectó Cotán en La Romareda la pasada semana. Merecía el gol el filial y llegó de la manera más extraña. Marc Gual chutó con la zurda desde la frontal del área. Un disparo con intención pero fácil para el portero. Kieszek la detuvo a ras de césped, pero no la atrapó y acabó metiéndosela en su propia portería con el pie, perpetrando un gol en propia puerta que entrará en la historia negra del Córdoba CF.
Los de Diego Martínez tomaron con agrado el regalo y vivieron sus mejores minutos del partido y, probablemente, de los últimos meses, teniendo ocasión de ampliar el marcador aunque ni Curro ni Gual se mostraron incisivos de cara a puerta. El Córdoba, mientras tanto, seguía confiándose a una contra y casi encuentra el empate con un remate de media chilena de Rodri a centro de Pedro Ríos.
En la primera parte el claro dominador fue el Sevilla Atlético, pero en la segunda cambiaron las tornes. El Córdoba estaba obligado a remontar y empezó a creer más en si mismo, mientras que el fútbol del Sevilla Atlético se veía mermado a medida de que se le acababa la gasolina a Borja Lasso, que demostró estar lejos de su mejor forma física. Una ocasión de Gual, que chutó arriba tras colocarse ante Kieszek con un precioso movimiento al más puro estilo de Luis Suárez, fue todo el bagaje defensivo del equipo en el segundo acto.
Así, fue Rodri el que llevó prácticamente todo el peligro cordobesista, aunque se encontraba con José Antonio Caro una y otra vez. En tres minutos tuvo tres ocasiones, y en la única en la que superó al portero fue Álex Muñoz el que sacó la pelota en la línea de gol.
La fuerte lluvia y el viento fueron protagonistas en el tramo final, impidiendo el buen fútbol del filial de la primera parte, asustando al público por el movimiento de algunas de las placas de la visera de Preferencia y lastrando la reacción del Córdoba, que finalmente no pudo lograr el empate pese a que Markovic la tuvo clarísima en el último minuto. Así, suma el Sevilla Atlético su segunda victoria consecutiva, dando un gran paso para la permanencia, pues mantiene su colchón sobre los puestos de descenso.

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