El Betis llevará brazaletes negros en Riazor en memoria del búlgaro Ivanov

Los jugadores del Real Betis llevarán brazaletes negros en sus camisetas durante el partido de esta noche contra el Deportivo de La Coruña, en Riazor, en memoria de su exfutbolista búlgaro Trifon Ivanov, fallecido este sábado en su país, a los 50 años, a causa de un paro cardiaco.El club bético ha anunciado, además, en su web que honrará la memoria de su antiguo defensa, que jugó en el Betis en las temporadas 1990-91, 1992-93 y 1993-94, en el próximo encuentro que disputará en el estadio Benito Villamarín, el sábado 20 de enero frente al Sporting de Gijón.
La entidad verdiblanca ha expresado su "máximo pesar" por el fallecimiento de Trifon Marinov Ivanov, que llegó al Betis procedente del CSKA de Sofía en 1990 y jugó 59 partidos oficiales con el club del barrio de Heliópolis.
El exinternacional búlgaro debutó en la Liga española en el estadio de Mestalla de Valencia el 9 diciembre de 1990, una semana más tarde, en Burgos, marcó su primer gol con la camiseta verdiblanca y el 13 de enero de 1991 logró su primera diana en el Benito Villamarín ante el Athletic Club de Bilbao.
Al final de la temporada 1990-91 retornó a Bulgaria, donde militó en el FC Etar y el CSKA de Sofía, aunque volvió al Betis en el verano de 1992 en una campaña en la que fue titular indiscutible y coincidió en el equipo con otros jugadores míticos como Rafael Gordillo, Juan Merino, Juan Ureña, Juan José Cañas, Roberto Ríos o Pepe Mel.
Ivanov, que acabó su vinculación con el club bético en diciembre de 1993 al ser traspasado al Neuchatel suizo, "dejó el recuerdo de un futbolista de enormes recursos técnicos, aunque siempre le acompañara una imagen bohemia e inconformista", destaca el Betis.
Con la selección de Bulgaria, en la que coincidió con jugadores de la talla de Hristo Stoichkov o Yordan Letchkov, disputó 77 partidos internacionales y participó en el Mundial de Estados Unidos de 1994, en el que logró la cuarta plaza, y en la Eurocopa de Inglaterra de 1996.
Su carrera deportiva lo llevó más tarde a Austria, donde fue figura principal en el Rapid de Viena, con el que ganó una liga y fue finalista de la Recopa en 1996.