El mal de Bélgica, un discutible 'líder' repleto de dudas

Y por eso Bélgica no es favorita para esta Eurocopa. Quizás ese debería ser el final de todo análisis sobre los diablos rojos, porque aunque queden meses para que eche a rodar el esférico en Francia, el actual momento de forma de la mayoría de jugadores belgas no transmite que la selección líder en el ranking de la FIFA sea candidata a la victoria, ni mucho menos. El trono para la generación de los Hazard, Lukaku, Courtois, De Bruyne y Kompany no parece aclararse en el horizonte a tenor de lo comprobado hasta ahora esta temporada, eso sí, a nivel individual.

Cuando hace unos años Bélgica empezaba a destacar en categorías inferiores, pocos podían imaginar que en sólo siete años la que era la selección número 66 del mundo llegaría a dominar la élite sin tan sólo un título. Dominar la élite, quizás demasiada poesía para lo que sólo la FIFA entiende que son sus clasificaciones, porque esta Bélgica no ha demostrado lo suficiente que es candidata real a llevarse a una Eurocopa y rememorar su etapa dorada en los 80 cuando fue subcampeona de Europa en Italia.
La calidad de la selección de Wilmots es indudable, al igual que su competitividad durante la clasificación al vencer en un grupo donde pugnó con Gales y Bosnia por el liderato para entrar en la competición europea, evolución que parece haber diseñado la temporada 15-16 para desestabilizar el rendimiento de varias de las estrellas de los diablos rojos, un guión que de momento está por escribir.
Hazard, De Bruyne y Lukaku son la tripleta de ataque más habitual y sólo el punta del Everton está en un gran momento en este punto de la temporada en un 4-3-3 habitual en los de Wilmots
El 4-3-3 de Wilmots parece inamovible después de haber sido un parámetro indiscutible durante toda la fase de la clasificación, con variantes del 4-2-3-1 siempre repleta de centrocampistas potentes con un perfil llegador. Mirando desde atrás no hay color en la portería. El propio Hazard, líder junto a Kompany de esta Bélgica, no sabe todavía lo que es marcar un gol esta temporada en la Premier League, escalofriante si comparamos con los catorce del curso anterior, porque sin duda el extremo del Chelsea es el metrónomo de una selección que vive de su calidad.
Las campañas de Courtois y Mignolet no están siendo buenas, pero el guardameta del Chelsea sigue siendo una seguridad a pesar de no estar en su mejor momento. En doce partidos ha encajado dieciséis goles, quedando sólo tres veces sin recibir un gol, muy raro. Es uno de los que ha estado tocados (se ha perdido diez choques), pero tampoco es Mignolet la solución, a pesar de que el Liverpool haya confiado en él y lo haya renovado.
La defensa también sufre. Kompany, con un problema constante de distensión en la pantorrilla, se ha perdido ya diez partidos esta temporada e incluso recayó tras intentar volver ante el Sunderland (aguantó nueve minutos en el terreno de juego). El capitán es uno de los jugadores más influyentes en una defensa que, a priori, no está preparada. Porque Vermaelen es un fijo que apenas juega en el Barça, Vertonghen también está lesionado y hablamos de tres de los supuestamente cuatro titulares atrás.

En la medular apenas hay dudas, Nainggolan, Witsel y Fellaini parecen ser ya fijos en el once de Wilmots. Dembele y Mertens tienen opciones dependiendo de su evolución porque sólo Fellaini ha perdido por momentos la titularidad, aunque Van Gaal le está dando poco a poco más galones en el United. Ahí no hay dudas, quizás no sean la selección con más toque, pero sí con mucha potencia, llegada y balance defensa-ataque.
Nainggolan, Witsel y Fellaini son indiscutibles en un centro del campo donde la potencia, la contención y el buen golpeo desde fuera del área predominan. Mertens, con muchos minutos en la clasificación, también tendrá opciones.
Pero donde de verdad flojea la temporada de los jugadores belgas es en la zona de ataque. Exceptuando a Lukaku, ni Benteke, De Bruyne o Hazard han demostrado estar al nivel esperado este año. Hazard es la mayor preocupación de un Wilmots que ve cómo su estrella sigue atascada y sin carburar esta temporada. Ni Mourinho ni Hiddink han despertado al extremo, que sólo suma tres asistencias en la Premier. De Bruyne sí esatba más atinado, indiscutible con Pellegrini, pero sufrió una lesión en el ligamento lateral interno de la rodilla que le mantendrá de baja hasta abril.
Carrasco sí está a un gran nivel, pero las estadísticas no le acompañan. Con el paso de las jornadas va a más y a pesar de una temporada intermitente se ha hecho entre los indiscutibles de Simeone. Tres goles y cuatro asistencias, aunque con pocas opciones en la clasificación. Con un Benteke fuera de forma, Lukaku al menos sí las enchufa. Diecinueve goles y cinco asistencia en veintinueve partidos del delantero del Everton, el doble de las estadísticas del punta del Liverpool (siete dianas).
Si yo fuera belga no sé si realmente estaría más preocupado que ilusionado. Quizás Hazard se esté guardando y quiera salir al Madrid explotando en la Eurocopa, quizás las lesiones ayuden a que la puesta a punto sea perfecta para los Kompany, De Bruyne y compañía o quizás ese primer puesto en el ranking FIFA pese demasiado ante las favoritas, porque indudablemente, Bélgica sigue siendo un aspirante a dar la sorpresa, nada más.