El Palo se queda a medio resucitar (1-1)
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El Palo se volvió a ahogar en la orilla tras estar todo un partido nadando. Mereció mejor tino ante el Jaén. Pudo y quizás debió ganar, aunque no es menos cierto que también pudo perder. Los riesgos de ir a buscar el partido, en suma, un partido que terminó en plan ruleta y con unas tablas que no sacan de pobre a ninguno de los dos equipos. El Palo hizo lo más difícil, levantarse después de verse 0-1, pero se quedó a medio resucitar. Igual que le está pasando en Liga ante el consumo de las jornadas. Quedan cuatro finales y un horizonte inquietante.
El Palo empezó (y terminó) el encuentro como colista, circunstancia que no pesó a los jugadores que salieron desde el principio a por el partido. El Palo iba, el Jaén estaba. Y en esas, pocas ocasiones locales, combinativos pero sin lucidez en los últimos metros e intentonas lejanas visitantes que Pol solventaba con tranquilidad. Zamorano era el más activo. Su progresión es indudable, está derribando puertas y es el jugador más desequilibrante de los paleños. Lo intentó continuamente por su banda izquierda y protagonizó la mejor ocasión de la primera parte con un disparo con la zurda que repelió De la Calzada. También la tuvo Jesule, con una complicada volea. Y el Jaén, al borde del descanso, Fran Miranda remató hacia atrás y casi convierte.
Las cosas pasaron en la segunda mitad. El Palo volvió a salir con decisión de vestuarios, pero una jugada desafortunada en defensa terminó en gol del Jaén. Disparó Sutil, rebotó en Iván Márquez y despistó a Pol. El golpe fue durísimo. Pero el equipo se levantó. Rafa Muñoz removió el banquillo y dio entrada a Juanillo y Pirulo, que al minuto guisaron el empate. Centro del primero y buen remate del segundo, que se estrena en la categoría cuando más falta hacía. El gol autoformateó todo. El Palo volvió a ser El Palo, ese equipo agresivo, huracanado y feroz. Y la gente se enchufó. Pero todo se quedó a medias. No se pudo aprovechar la inercia y atrás se dejaron huecos que casi cuestan un disgusto. Era un partido para arriesgar, ciertamente, pero Pol salvó los muebles con un ‘mano a mano’ prodigioso ante Montero, que tuvo varias. Antes, Fede la envió al larguero, Igna remató inocente y Marín no ajustó bien una falta preciosa.
Los minutos finales pudieron ser para cualquiera. De un casi autogol de Rafita, hubiera sido el colmo, a un disparo del guerrero Pirulo que se perdió por poco. Así que la moneda cayó de canto, con El Palo volcado y el público muy enfadado con el arbitraje de Pulido Santana y uno de sus asistentes. Se reclamó penalti y expulsión en una internada paleña. No hubo segunda amarilla para Nando, y la falta se señaló fuera del área. Al final, empate inocuo y séptimo partido sin ganar del que ya es colista del Grupo IV de Segunda División B.
Ficha técnica: C.D. El Palo: Pol Ballesté; Igna, Jesule, Iván Márquez, Rafita; Cala, Quique de la Mota; Pibe (Marín, min.82), Durán (Juanillo, min.59), Zamorano; y Jaime Moreno (Pirulo, min.59). Real Jaén C.F.: De la Calzada; José Cruz, Astrain, Álex Cruz, Nando, Paco Sutil, Quesada, Fran Miranda (Borja Prieto, min.85), Santi Villa (Brian, min.76); Molina (Montero, min.63) y Fede. Goles: 0-1, Iván Márquez p.p.; 1-1, Pirulo, min.60. Árbitro: Pulido Santana, Alexis Carlos. Mostró tarjeta amarilla al local Rafita y a los visitantes José Cruz, Nando, Álex Cruz, Santi Villa y Montero. Incidencias: Unos 1.000 espectadores en San Ignacio en una tarde calurosa.
