Chevrolet Corvette Stingray: el renacer de una leyenda

Chevrolet no se ha conformado con renovar el Corvette, presentando su séptima generación el año del 60 aniversario del modelo. Lo ha hecho a lo grande, otorgándole la denominación Stingray que definió a las dos primeras hornadas, probablemente las más impactantes de su historia.

Para hacer honor a ese 'apelllido', estéticamente debe ser espectacular, algo que salta a la vista en las fotos. Mantiene sus cánones proporcionales (de hecho apenas ha crecido un par de centímetros en longitud y anchura) con el capó largo y la cabina retrasada tipo avión, pero ahora combinada con tecnologías como los faros y pilotos de led, elementos aerodinámicos como las tomas de aire en el capó y las aletas o detalles deportivos como los cuatro tubos de escape traseros en posición central.
Un cuerpo sensual construcción masivamente a base de materiales ligeros, como es tradición desde el primer Corvette, para el que se empleó fibra de vidrio. El bastidor del C7 es de aluminio, lo que ha permitido ahorrar 45 kilos a la vez que aumenta la rigidez un 57% respecto a la sexta generación. El capó y los paneles extraíbles del techo son de carbono, y otras piezas como las puertas o las aletas también se han realizado con materiales livianos, ahorrando otros 17 kilos. Además, el reparto de pesos es perfecto: 50/50.
El corazón del nuevo Corvette es un motor de 6.2 litros de cubicaje, ocho cilindros en V, inyección directa, distribución variable y desconexión selectiva de cilindros que genera 450 caballos de potencia y un par similar al del actual Corvette Z06 a bajo régimen. Puede ir unido a una caja automática de seis velocidades o a una manual de siete con sistema Active Rev Matching, que hace el punta-tacón de forma automática cuando es necesario.
No podemos daros cifras de prestaciones, porque el fabricante no las ha facilitado, pero sí que han adelantado que el Corvette C7 Stingray será el más rápido de siempre (acelerará de 0 a 100 en menos de cuatro segundos), el más efectivo (soporta fuerzas laterales de 1 G) y también el más eficiente.
A nivel de suspensiones, se mantiene el mismo esquema que en el anterior Corvette (no se abandonan las características ballestas, por tanto), pero han sido construidos con materiales aligerados. Además, los neumáticos (unos Michelin Pilot Super Sport diseñados ex profeso para el Corvette) son ahora más pequeños, con llantas 18 delante y 19 detrás de serie y esconden un equipo de frenos firmado por Brembo.

Driver Mode Selector: a la medida de cada situación. 
Un elemento central del nuevo Corvette será el Driver Mode Selector (DMS), un sistema permite configurar hasta doce parámetros diferentes del vehículo en base a cinco programas establecidos (Weather, Eco, Tour, Sport y Track), que se seleccionan mediante un mando rotatorio. El modo Tour es para el uso diario, el Weather está indicado para lluvia o nieve, el Eco prioriza el consumo mientras que los Sport y Track (circuito) son los dos programas deportivos disponibles.
Fijaos todo lo que controla el DMS: la información que se muestra en las pantallas (en los modos de paseo hay información de audio y navegación, pero en los deportivos solo de prestaciones y con gráficos específicos), la respuesta del pedal del gas, los intervalos de los cambios de marcha, la asistencia de la dirección y la dureza de los amortiguadores magnéticos, el grado de acción de los controles de estabilidad y tracción y del diferencial de deslizamiento limitado opcional, el sonido del escape y la gestión del combustible (el Corvette puede funcionar solo con cuatro cilindros cuando las condiciones lo permiten). Impresionante.
Para reforzar su carácter deportivo, el Corvette Stingray contará con un paquete Z51 Performance Package con elementos que mejoran aún más la dinámica del vehículo: neumáticos y llantas de mayor tamaño, diferencial trasero de deslizamiento limitado, amortiguadores Bilstein específicos y la suspensión magnética de control continuo.

Interiores: entre el lujo y la competición 
El cockpit del nuevo Corvette Stingray se ha planteado como un maridaje entre el lujo, expresado en la utilización de materiales de máxima calidad y ajustes perfectos, y la deportividad inherente al modelo, que se muestra sobre todo en las dos pantallas de 8 pulgadas totalmente configurables que presiden el salpicadero y muestran las funciones dinámicas.
La cabina está inspirada en la de los jet de combate, incluso con la posibilidad de pedir el display de información en el parabrisas. Pero a su vez el cuero, el carbono y el aluminio ponen el toque de distinción al ambiente interior, en el que también destaca un volante de pequeño tamaño. Habrá dos tipos de asientos para elegir: los GT, algo más confortables o los Competition Sport, que potencian el agarre en conducción dinámica. Ambos tendrán una estructura de magnesio, más rígida y ligera a la vez.
Pero sin duda los elementos más característicos serán las dos pantallas LCD de instrumentos totalmente configurables, inspiradas en los displays del Corvette C6 R de competición. Una hace la función de cuadro de relojes y la otra, situada en la consola central, se emplea para la información del sistema de info entretenimiento y conectividad MyLink. Esta última tiene reconocimiento gestual, al estilo de las tablets modernas.
Esta semana fue su puesta de largo, pero aún tendremos que esperar hasta final de año para poder conducirlo.