Lapize, Faber y Bretón, de la gloria del Tour al infierno de la Gran Guerra

Tres campeones del Tour de Francia, Octave Lapize, Francois Faber y Lucien Petit Breton, murieron en la I Guerra Mundial. Su recuerdo regresó a la memoria en la quinta etapa entre Arras y Amiens, cuyo recorrido rememoró a los 500.000 muertos en el frente del norte francés.Carlos de Torres
Cementerios, monumentos, ofrenda de flores a los 35.000 soldados de la Commenweath muertos en el frente de Arras... La jornada comenzó con emoción por el recuerdo del episodio bélico más cruel de la historia, ese que aún marca la memoria y el paisaje de Francia.
El propio Tour, en palabras del entonces director Henry Desgrange, animó a la juventud francesa a resistir contra la invasión alemana en 1914. No fueron ajenos los ciclistas, que entregaron más de 50 vidas en la contienda.
La guerra, que dispara sin saber a quién, "eligió" a tres campeones del Tour, tres patriotas que lejos de eludir su servicio a la patria invadida, cambiaron la bicicleta por el fusil para combatir.
Héroe entre los héroes fue Octave Lapize, ganador del Tour en 1910 y de tres París Roubaix (1909, 1910 y 1911). Era sordo y fue declarado inútil para el ejército, pero prefirió alistarse a toda costa. Murió en Verdún en pleno combate aéreo un 14 de julio, día de la fiesta nacional francesa.
El avión en el que efectuaba la acción de guerra lucía el número 4, su dorsal en el Tour de Francia el año que ganó. Fue abatido en Filrey y en el impacto contra el suelo no murió. Lo hizo pocos días después.
Lapize fue enterrado en Villiers-sur-Marne, donde un modesto monumento honra su memoria. Lapize también pasó a la historia del Tour por ser el primer conquistador de la cima del Tourmalet, en 1910. Calificó a los organizadores de "asesinos".
François Faber, ganador del Tour en 1909, era luxemburgués, pero se alistó en la Legión Extranjera para defender a Francia, el país que le había dado todo. Una leyenda del ciclismo que nunca renegó de su origen obrero, es más, el ciclismo lo entendía como otro oficio y al ciclista como un trabajador.
Cuando decidió tomar las armas no dudó en alistarse en la primera línea del frente, donde fue cabo. En las trincheras de Mont Saint Eloi se enteró del nacimiento de su hija, emoción que compartió con Charles Crouchon, compañero de armas y del pelotón.
Según los testimonios de la época, el primer ganador luxemburgués del Tour de Francia saltó de alegría al recibir la noticia de su paternidad. Un instante fatal, ya que fue blanco del disparo de un soldado alemán.
Lucien Mazan, más conocido como Lucien Petit Breton, era hijo de un joyero francés que emigró a Argentina, aunque se formó como ciclista en Bretaña, de ahí su sobrenombre.
"Petit" era grande como ciclista, y su palmarés, aún más. Logró el maillot amarillo del Tour en 1907 y 1908, además de la Milán San Remo y la París Tours.
Ya casado y con dos hijos, acudió al frente de guerra como conductor. Fue el encargado de comunicar en París que los taxis debían ayudar a trasladar a los soldados al frente de Somme.
El 20 de diciembre de 1917 sufrió un fatal accidente. Su vehículo chocó contra un carro y murió en el hospital de Troyes a los 35 años.
Tres campeones que vivieron su ilusión en las carreteras a lomos de una bicicleta, tres campeones que se dejaron la vida en la defensa de Francia. Solo pudieron ser abatidos por la sinrazón de una terrible guerra cuyo recuerdo aflora en cada curva de las carreteras del norte francés. El Tour lo recuerda para que jamás se olvide. EFE.