Aduriz lidera la remontada que incrusta al Athletic en la Champions

El Athletic Club, con un cómputo global de (4-2), disputará la Fase de Grupos de la Champions League 16 años después tras superar al SSC Napoli en un San Mamés abarrotado por (3-1), con un doblete de Aritz Aduriz y un tercer gol de Ibai. Los leones tuvieron que remontar el tanto inicial de Hamsik para poder colarse en el Bombo 3  en el sorteo que la UEFA realizará este mismo jueves. Costó, sin duda, pero así se disfrutó más una noche en la que debutó con nota alta Unai López, y en la que el Club bilbaíno certificó que su modelo es válido y que recibirá una lluvia de millones.
Nunca ganaron los italianos en La Catedral, y así seguirá la historia. Una historia que empieza a escribirse en el nuevo San Mamés, ya que como bien dijo Marcelo Bielsa, "lo que hace histórico un estadio no es la arquitectura, sino lo que pasó allí". Desde luego ya se ha puesto la primera piedra. Ahora hay que disfrutarlo a tope, como hizo el equipo desde el césped saludando a la grada, pero sin descuidar la Liga tampoco.
Superioridad sin rédito del Athletic en la primera mitad
En cuanto al partido, la trampa de Rafa Benítez estaba clara. Aprovechar el calentón de ambiente zurigorri para ponerle el capote a los vizcaínos y sacar partido con sus rápidas contras. El madrileño planteó un partido de los suyos. Como una fabada con orujo blanco en pleno ferragosto. Cambió su banda izquierda entera, metiendo a Ghoulam y Mertens, mientras que Valverde repetía su once y la convocatoria de San Paolo una vez superadas las molestias que hicieron ser duda la víspera a Balenziaga.
El guión vino rodado. No tardaron ni 50 segundos los italianos en tirar una diagonal larga hacia Callejón que obligaba a Gorka a hacer de Manuel Neuer en plan líbero. Una táctica tranparente que los bilbaínos trataron de contrarrestar con una presión brutal en la salida de balón, que llegaba casi hasta el área pequeña. No se les quería dejar ni un metro para correr ni un segundo para pensar. Hasta Beñat parecía Tarzán echándose al suelo para robar balones ante una grada enloquecida.
Pero aparte de sudor y ganas hacia falta un poco de fútbol de ataque, de luz a partir de la tres-cuartos. No lograba el Athletic asomarse al área rival, e incluso la única que hubo en el primer cuarto de hora, anulada por fuera de juego, fue mal resuelta por Aduriz. Se guardaba su pólvora aún el killer donostiarra.
Eso fue generando nervios y la pelota empezó a quemar. De hecho Callejón y, sobre todo, Higuain con un zurdazo desde la frontal, dieron un par de sustos, aunque no del todo importantes. Se tuvo que poner Muniain a la faena porque la banda derecha no produciría hasta la media hora, y por dentro tampoco es que se atinara más pese a que Beñat mostró buen tono. Era significativo del trabajo intensivo partenopeo la de veces que el balón acababa en ese tramo en las botas de Iraizoz para ser rifado.
Poco a poco el Athletic templó su ansia, dominó el último tercio del periodo y así iban a llegar las ocasiones locales, todas a balón parado. Pero desgraciadamente se resolvían mal... Y eso que fueron de escándalo. Primero en el minuto 22 cuando Gurpegui fallaba un cabezazo completamente solo y a placer tras un córner botado por Beñat, y en el 26', cuando Laporte la echaba arriba estando también solo tras otro saque de esquina. Que nervios.
De Marcos, ya más liberado, fue cogiendo protagonismo y sus cabalgadas pasaron a ser el látigo bilbaíno, con un poderío físico brutal del de Laguardia que castigaba la banda izquierda azzurri. La pega es que no se le sacó partido antes del descanso, porque los napolitanos parecieron o estar ya algo fundidos o tomarse un respiro para jugar sus bazas a la vuelta. Se sucedieron los córners vascos, alguna tarascada visitante, pero el 0-0 fue lo que marcó el potente marcador luminoso de La Catedral en el intermedio.
Sopapo partenopeo nada más salir del vestuario
A la vuelta no hubo cambios en los onces sino en el marcador. Nada más salir de la caseta, en el 46', el esloveno Hamsik (hasta entonces ausente) con un gran zurdazo y tras un mal despeje de Balenziaga hacia el 0-1 que dejaba momentáneamente el ambiente congelado. Era un cambio de decoración total, porque ahora los italianos pasaban a estar en el sorteo, y los leones a jugar con presión de vida o muerte.
Los napolitanos estaban encantados, porque su perspectiva de jugar al contragolpe se abría como una autopista alemana de seis carriles. Era un riesgo que ya no tenía demasiado arreglo tras el tanto encajado. Así que había que ir con todo ya que los minutos caían como puñaladas. Ibai fue el primero en saltar en lugar de Beñat, que tuvo su día más acertado, pero aún así no termina de ser decisivo en ninguna acción, mientras Muniain pasaba al centro.
Cambios trascendentales de Valverde
Iban a llegar quince minutos de locura coincidiendo con los movimientos de pizarra. San Mamés es mucho San Mamés y para algo sirve ensayar las jugadas de estrategia. Se rezaba cuando justo llegó el empate a uno, obra de Aduriz, que con maestría supo controlar y marcar en un nuevo córner de un Athletic que estaba pasándolo fatal pese al apoyo de su hinchada. Fue un gol impropio de encajar por un conjunto italiano, y ya el 2-1, de nuevo del pecoso donostiarra, con una defensa garrafal por parte de Albiol y el portero brasileiro, ya fue como para que Benítez se comiera la corbata. Su equipo se iba a desmoronar.
Valverde, de Bilbao centro, no se puso a reservar, sino que incluso hizo debutar en Champions -con 18 años- al prometedor Unai López, que ocupaba la plaza de un Susaeta errático, para tocar por dentro. Y ya se desbordaron las emociones. Ibai Gómez hacia el 3-1 tras un gran pase del niño de Renteria que Aduriz no estropeó en una aplicación magistral del fuera de juego por parte de los colegiados. Quedaban doce minutos pero el sueño ya se tocaba como real.
Con la eliminatoria ya cuesta abajo los rojiblancos empezaron a gustarse, dejando sus mejores pinceladas de la noche para regocijo de la afición, que por fin respiraba y reía tras 50 minutos complicados. Ya se sueña con los rivales que determine el sorteo del jueves 28, y con el prestigio y la lluvia de 'pasta' que entrará en las arcas del Club sin tener que perder a andie de la plantilla. Es más, lo suyo sería buscar algún refuerzo porque la plantilla es muy corta y ahora sí que viene un sobreesfuerzo tremendo. El Athletic está con los mejores equipos del mundo.