La maldición sigue vigente (80-75)

El Unicaja estuvo cerca de invadir por primera vez el Pireo. El conjunto malagueño llegó vivo al final del partido, pero la mayor experiencia de los locales y los puntos finales de Printezis impidieron a los cajistas conseguir la segunda victoria consecutiva en la Euroliga (80-75). El cuadro visitante pagó el plato de ser debutante ante el subcampeón de Europa en determinadas situaciones que propiciaron un final feliz para los helenos.

El Olympiacos salió con una fuerte defensa sobre el Unicaja en su estreno en el Pireo en Euroliga. El conjunto heleno marcó el ritmo del juego con contactos en todos los ataques de los malagueños, que no supieron responder a la alta intensidad propuesta por los locales. Plaza lo intentó de inicio con jugadores acostumbrados a meter, pero cuatro puntos en seis minutos y medio eran insuficientes para poder competir en Grecia.
El subcampeón de Europa, que contaba con las bajas de Spanoulis y Tillie, aprovechaba las ventajas que le ofrecía la endeble defensa malagueña para anotar con facilidad desde fuera, especialmente un Papapetrou que debe demostrar en esta temporada el porqué de las expectativas generadas. Los griegos se pusieron con un 19-4 que desesperaron a Plaza y que hicieron temer a los aficionados españoles que el partido tendría un fin temprano.
Plaza intentó igualar la contienda defensiva dando entrada a los perros de presa del Unicaja. Alberto Díaz, Salin y Augustine, en el puesto de ‘4’ por la baja de Brooks, pusieron en jaque al ataque heleno, que tuvieron más dificultades de encontrar espacios. Shermadini no tuvo oportunidad de jugar al poste debido a la presión asfixiante de los de Sfairopoulos, por lo que el técnico cajista dio entrada a Musli. El serbio, tremendamente motivado tras quedarse fuera de la Liga Endesa, debe demostrar en cada partido europeo que merece un sitio en cada jornada.
Los malagueños cortaban la sangría en el marcador pero seguían sin acercarse demasiado (21-11), mientras se cargaban con faltas personales. Primero Salin, con tres en apenas seis minutos, que hizo poner a McCallum como escolta. El norteamericano, a pesar de los chispazos de la semana pasada, todavía no ha encontrado su juego y en la primera parte fue una rémora para los cajistas. Plaza, para dar descanso a Alberto Díaz, dio entrada a Milosavljevic como base, lo que dio una nueva dimensión a la defensa malagueña. Apretando atrás, Musli encontró espacios corriendo y luchando en el poste bajo. Si ante el Fenerbahce se fue a los nueve puntos en el segundo cuarto, en el Pireo lo hizo hasta los diez, doce al final del choque.
Los malagueños, al igual que la semana pasada, sobrevivían como podían al juego del Olympiacos, que se marchaba al descanso con cuatro puntos de ventaja (37-33). Pero el Pireo no es el Martín Carpena y el Unicaja no tuvo a su afición detrás. De nuevo el cuadro heleno aumentaba su defensa para no dejar jugar a los cajistas, que no encontraban la forma de despegarse de los pegajosos sistemas de los atenienses. Esta vez fue Hollis Thompson el que impuso su juego físico sobre Dani Díez y Nedovic.
El Unicaja no se encontraba cómodo en Grecia, cancha inexpugnable para los cajistas. El horroroso porcentaje de los de Plaza (36 en triples y 56 en tiros libres), arreglado al final, impidió que pudiesen acercarse. No se puede ganar en esta Euroliga a medio gas. Los de Sfairopoulos parecían poner tierra de por medio, más por la defensa que por el ataque. Pero si este Unicaja ha demostrado algo en los pocos partidos que se llevan de temporada es que no les falta orgullo. Plaza puso de nuevo al quinteto defensivo, dejó en el banquillo a Musli y Shermadini y se la jugó en los minutos finales con Augustine y Suárez. Cuando todo parecía perdido, emergió la figura de Milosavljevic. Ocho puntos consecutivos para poner al cuadro visitante a seis puntos (64-58). Ahí, un par de decisiones arbitrales a favor de los helenos parecía sacar de partido al Unicaja. Pero de nuevo tiró de rabia para ponerse en el 71-68 a falta de menos de cuatro minutos.
El Unicaja estaba en partido. Tras verse hasta 13 puntos abajo en el último cuarto, veía la oportunidad de asaltar por primera vez en la historia la cancha del Olympiacos. Pero lo que McCallum te da, McCallum te quita. Tres pérdidas consecutivas del americano y dos tiros libres fallados fueron demasiado para disputar el choque cuando quedan pocos minutos. Pese a ello, los malagueños insistieron en una victoria que sólo se podía hacer a través de la fe. El Unicaja tuvo oportunidad de ponerse a dos puntos, pero de nuevo una pérdida evitó poder ganar allí, más allá de más decisiones arbitrales que siempre fueron a favor de los del Pireo.
Ficha técnica
80 Olympiacos Piraeus (21-16-22-21): Roberts (9), Papapetrou (7), Roberts (9), Printezis (9), Milutinov (12) – quinteto inicial- McLean (6), Agravanis (2), Strelnieks (5), Papanikolau (6), Mantzaris (9), Bogris (0).
75 Unicaja Baloncesto (11-22-14-28): McCallum (14), Nedovic (7), Milosavljevic (14), Suárez (7), Shermadini (5) – quinteto inicial- Díaz (3), Salin (1), Díez (0), Augustine (7), Musli (12).
Árbitros: Radovic (CRO), Boltauzer (SLO), Ovinov (RUS).
Incidencias: Partido correspondiente a la jornada 2 de la Euroliga disputado en el Palacio de la Paz y la Amistad ante 5.200 espectadores.