(63-78) El Unicaja se estrena por derecho

El Unicaja hizo lo que debía en Zagreb. Ganar bien, jugando minutos de un baloncesto excelente, creciendo desde el triunfo, pero con el matiz que te da saber que en Europa o en España, si te relajas puedes palmar por muy bien que hayas hecho todo lo anterior (63-78).

Vencer a Repesa, para algunos, tiene también su sabor especial. Pero es lo de menos verdaderamente. Sumar fuera ante este tipo de contrincante lo deja en todo en tus manos, en manos del Carpena, cómo no. La senda está trazada y toca no perderla de vista.
Los números son lo que uno interprete, pero a veces te lo dicen todo sin necesidad de palabras. Si en la primera mitad repartes 18 asistencias, supone 36 puntos de los 47 con los que se marchó el Unicaja al descanso. La bola se mueve y a gran velocidad. Markovic y Granger son los capitanes en este aspecto. Bases distintos pero efectivos a partes iguales. Pero es una cuestión coral.
Y seguimos con números. Fran Vázquez está ahora mismo de dulce, cerró los dos primeros cuartos con 13 puntos. Luego está la valoración de Kuzminskas, asumiendo un rol protagonista y con 10 tantos para una valoración de 19. Y como factor extra, las narices de Will Thomas, que anduvo en plan guerrero.
Por poner alguna pega, en defensa se puede exigir algo más al equipo, que concedió demasiadas canastas fáciles a Cedevita. De haber bajado el culo un poco más, quizás se pudo llegar al ecuador del choque con una diferencia escandalosa. Porque fue 36-47 y eso que los de Repesa cerraron el parcial con un triplazo.
El tercer cuarto digamos que comenzó con un cierto espesor. El Unicaja parece dado siempre a tener sus clásicas 'carajas'. Poco a poco fue perdiendo fuelle y acierto y el Cedevita se animó. Recortó distancias (46-53) y Plaza paró el partido. A partir de ahí, los malagueños recuperaron terreno, Toolson sacó el fusil y puso 13 de distancia de nuevo (48-61).
Quedaban diez minutos para estrenar esta Euroliga con victoria fuera de casa, que suele valer un potosí. Era cuestión de no conceder canastas fáciles y mantener la distancia con inteligencia. El tiempo y el tanteador jugaban a favor.
Pero Repesa tiró de zona y se le atragantó al conjunto cajista, que fallaba tiros libres, perdía balones absurdos y no terminaba de sentirse cómodo (58-65). Thomas arañó un puntito más, pero quedaban cinco minutos perros. Era en cierto modo lo que se esperaba, pero el Unicaja había arrancado tan sobrado que se había olvidado.
Así que volvió a entonarse, Green mejoró sus prestaciones y Toolson acompañó como un asesino silencioso para terminar con 20 puntos y un parte personal casi perfecto (5 de 5 en tiros de dos, 2 de 4 en triples y 4 de 4 en tiros libres).
Hasta Karahodzic entró unos segundos (junto a Maodo) para abrir su historial con dos puntos y dos rebotes. Una victoria importante, haciendo lo que debía. Ahora a pensar en la ACB y seguir creciendo.