(71-81) Stimac tira de un Unicaja que no despeja dudas

El Unicaja trampea como puede en una fase de la temporada en la que el motor se le ha gripado. Plaza toca teclas para recuperar y en Fuenlabrada su equipo sacó adelante un partido delicado, de esos en los que sólo vale el resultado. Del juego hablaremos otro día. 71-81 venció el equipo Unicaja en la ciudad madrileña para cerrar un 2013 que no pasará a los anales.

El equipo firma un correcto, excelente si se tiene en cuenta el trienio pasado, 8-5 de balance en la Liga Endesa y este jueves empieza ya el Top 16 de la Euroliga. La temporada se aproxima a sus puntos calientes. Pese a la victoria, forjada en un último cuarto en el que se consiguió desactivar las vías de anotación fuenlabreñas, la sensación es que el Unicaja no está hoy para muchas alegrías ni para competir con grandes rivales. Al menos, se cortó una peligrosa secuencia de derrotas ante rivales asequibles (Gipuzkoa, Río Natura y CAI) y se afronta 2014 con otro cariz. Con la asunción de que se debe mejorar.
Sin Fran Vázquez, metido en la convocatoria pero sin ser utilizado un minuto sólo pese a que también había viajado Vidal, el estajanovista Vladimir Stimac dio un pase adelante y con su actitud y su buen hacer (15 puntos y 9 rebotes para 22 de valoración) reclamó que es un jugador válido. No una figura, pero sí un hombre que no sobra en un equipo como éste. Caner-Medley (19 puntos) fue el máximo anotador del encuentro. El juego interior, denostado por su escasa aportación en los últimos partidos, también existe. De Calloway también se hablará otro día. Como de Carlos Cabezas, que hizo un partido irreconocible para su calidad. Horrible el malagueño para solaz del Unicaja.
El Unicaja encajó demasiados puntos, 45, al descanso. Perdía por cinco y la sensación es que el partido se escapaba desde atrás. Es temerario en ocasiones el equipo de Plaza en su defensa arriesgada lejos del aro. Insiste el catalán porque cree en ello, pero ante equipos con una buena capacidad de pase sufre. Para ser justos, en el segundo tiempo se mejoró y sólo se permitieron 26 puntos. Pero en el primero habían hecho daño secundarios como Dani Pérez o Javi Vega para complementar a un Andy Panko que tiene licencia absolutamente para todo. 
Stimac era el martillo pilón. Un parcial de 2-10 nada más salir del descanso con el serbio culminando transiciones cambió el decorado. La iniciativa era ahora cajista pero en cánones siempre de extrema igualdad (57-58 tras el tercer cuarto). Pero se había conseguido reducir la anotación visitante, punto capital para el triunfo posterior, forjado en un buen cuarto final en el que además del omnipresente Stimac (Suárez de cuatro y tres bajitos) apareció Dragic, con fuego en las piernas, para anotar un triple que anunciaba la ruptura del partido (69-75). Sin demasiados recursos, el Fuenlabrada entregó la cuchara ante los silbidos de su público. El Unicaja no está del todo bien, pero respira. Ante rivales de mayor nivel, lo de Fuenlabrada no vale.
 
Baloncesto Fuenlabrada (21+24+12+14) 71: Cabezas 0, Feldeine 11, Panko 17, Arnold 9 y Diagne 6 -quinteto inicial-. Pérez 6, Montáñez 1, Vega 8, Vargas 5 y Paunic 8.
 
Unicaja (24+16+18+23) 81: Granger 9, Toolson 8, Suárez 11, Caner-Medley 19 y Stimac 15 -quinteto inicial-. Sabonis 2, Urtasun 0, Calloway 4, Kuzminskas 0, Dragic 7 y Hettsheimeir 6.
 
Árbitros: Pérez Pizarro, Peruga, Planells. Eliminados: Panko y Paunic.
 
Incidencias: Palacio de los Deportes Fernando Martín de Fuenlabrada. 13ª jornada de la Liga Endesa. Unos 5.000 espectadores.