Un enfurecido Bilbao Basket se ensaña en Manresa (66-88)

25 puntos arriba ha llegado a estar el Bilbao Basket este domingo en el Nou Congost donde ha logrado su sexta victoria en Liga Endesa tras imponerse bajo pata a la Bruixa d'Or por (66-88). Sensacional en el triple (13 anotados), en el tiro en general, y liderados por Mumbrú (20) y Pilepic (16) los vizcaínos han hecho pagar a los manresanos la pifia de Murcia con un triunfo inapelable.

Ya se sabe que no sirve de nada llorar, pero uno que es un poco masoca se tira de los pelos pensando en que si ante los de Oscar Quintana hubiera habido un puntito más de sensatez se hubiera acabado el año con el equipo en plena pomada. Ahora sin embargo enero viene con una cuesta pronunciada de verdad. Pero eso es futuro, mejor hablemos del presente.
Y no empezaba nada mal el partido. Con un impecable 0-6 firmado por Pilepic y Raül que avanzaba que los MIB estaban escocidos por la dolorosa derrota por un solo punto del viernes ante el UCAM. Pronto los de Rafa Pueyo aumentaban la ventaja inicial hasta los 11 puntos con un par de bonitas acciones de Germán Gabriel (4-15) que callaron momentáneamente la habitual bombonera vallesana.
Los porcentajes de tiro eran muy altos con lo que la anotación subía a buen ritmo en la matinal a la espera de que los ajustes defensivos fueran más eficaces. Monroe era el estilete catalán mientras que por parte de los hoy 'hombres de blanco' la cosa iba bastante repartida. Casi como la leña bajo el aro que le costó a Roger Grimau retirarse a poco de salir a cancha algo perjudicado del tobillo en un rebote. La música de Rocky III que pinchaba el DJ la verdad es que venía que ni pintada como banda sonora. Lo importante es que pudo volver a jugar luego.
Ajeno a esas batallas el equipo estaba redondo y Fran Pilepic continuaba con su buen momento cerrando el primer cuarto con 11 puntos y un solo fallo en el tiro. Se reboteaba fuerte, los lanzamientos entraban, así que el 20-27 no extrañó a nadie tras los primeros diez minutos.
Tan solo las pérdidas de balón, un mal recurrente, oscurecían la performance del BB. Se empezó el segundo cuarto con dos consecutivas que afortunadamente no fueron aprovechadas por los catalanes, ya que los de Comenge las desperdiciaron con ataques muy atropellados. Kavaliauskas ponía el +12 tras una gran asistencia de Bertans. Lo que se dice un colchón cómodo en basket, pero la duda que deja este equipo es que no pocos partidos se han ido por el retrete cuando parecían más que encarrilados. Hoy no iba a ser así.
Para evitarlo el técnico de Txurdinaga bajó un punto el ritmo de juego, se alargaban los ataques para evitar que el ciclotímico conjunto manresano pillara un calentón que le echara de nuevo encima como intentaban Asselin y un imparable Monroe (18).
Era el momento de ser fríos para que los pivots trabajaran la zona sacando tiros libres y de lanzar en buenas posiciones, una táctica que elevaba la máxima a +14 incluso. Markota además sumaba lo que permitió a Mumbrú descansar algo más de lo habitual en el alero barcelonés. Y si todo va bien, pues todos están contentos. Con buen sabor de boca y un estupendo 7/13 en triples los MIB se iban al descanso 38-46.
El tercer cuarto rompe definitivamente el partido
El segundo periodo arrancaba con un intercambio de canastas que lógicamente favorecían a los nuestros, que iban siempre navegando con ventajas de 8 a 12 puntos en la contienda. Cuando encima Mumbrú entró on fire para estirar la renta de nuevo a los 14 al técnico local no le quedó otra que pedir tiempo para frenar la hemorragía que desangraba a los suyos con 15 minutos por jugarse.
No le salió bien el tema porque un nuevo triple de Gabriel llevaba el drama a verse 17 abajo, merced a un 10/18 imperial desde la línea mágica por parte visitante. Comange lo veía negro así que hasta sacó a pista al hijo mayor de Chichi Creus para espabilar un poco a la grada. Si no hay buena peli, ya que sus chicos llegaban a palmar por 21 en casa, al menos que haya palomitas debió pensar. El rotundo 51-72 y los silbidos que cerraron el tercer cuarto fueron el trailer de la sexta victoria bilbaína en esta Liga.
Quedaban diez minutos para ventilar la mañana así que Pueyo puso a Grimau de base y a Vrkic para disfrutar de unos minutos jugosos y sin presión para que vaya progresando. ¿Resultado? Un parcial de 8-0 que obligaba a ponerse serios otra vez y devolver a las vacas sagradas a la cancha por la vía rápida. Fue la medida acertada ya que la crecida condujó hasta el 63-88 (+25), lo que permitió que en los tres últimos minutos los no habituales (Samb, Sergio...) pudieran terminar la jornada y el año con una sonrisa. El 66-88 final lo dice todo.