Lewandowski no es suficiente y el Barça no cumple su objetivo

El derbi de la ciudad de Barcelona entre el equipo culé y el Espanyol arrancaba con polémica desde mucho antes del pitido inicial. El Barça publicó que no admitía aficionados con símbolos o camisetas del Espanyol y también recibían la cautelar que les permitía alinear a Robert Lewandowski, que fue expulsado en el último partido disputado. Por tanto, la tensión era evidente, aunque el dominio del Barcelona no se hizo esperar.

Xavi sabía perfectamente lo que quería de su equipo y lo plasmó con posesión muy superior a la de su rival. Además, los planes del Barcelona estaban saliendo bastante bien, ya que los hombres de Xavi consiguieron adelantarse en el marcador tras un gol de cabeza de Marcos Alonso. El propio Marcos Alonso tuvo en sus botas el 2-0 tan solo diez minutos después tras recibir un gran centro de Jordi Alba, pero el esférico se marchó fuera.

La sensación que daba el Barcelona era de dominio total y no parecía que el Espanyol fuese capaz de contrarrestar esta situación. Pero el minuto 71 lo cambió todo. Joselu intentó un regate en forma de sombrero y, dentro del área, Marcos Alonso le pisó sin querer. Sin embargo, Mateu Lahoz lo vio perfectamente y señaló penalti a favor del equipo perico. 

Joselu fue el encargado de transformar el penalti en el empate con un remate centrado que no pudo alcanzar Ter Stegen. A partir de ese momento, el colegiado Mateu Lahoz se volvió protagonista ya que expulsó a Jordi Alba y minutos después hizo lo propio con Vinicius Souza. Ambos clubes acabarían el partido con un hombre menos sobre el terreno de juego, pero ninguno de los dos fue capaz de romper el empate. Por tanto, el Barcelona no cumplió el objetivo de mantener la distancia con el Real Madrid, con el que ya comparte liderato.