España, ante su gran oportunidad desde 2010
España encara de nuevo unos octavos de final de un Mundial después de haber pasado sufriendo de su fase de grupos. Todo el mundo pensaba que España sufriría por Alemania, pero lo cierto es que Japón dio la sorpresa y Costa Rica también estuvo muy cerca de hacerlo. Ahora es el turno de evitar pensar en los tropiezos de la fase de grupos para centrarse en el verdadero objetivo.
Al pasar como segunda clasificada, España evitó a Croacia en los octavos y se enfrenta finalmente a Marruecos. La selección vecina con la que, sorprendentemente, apenas ha coincidido en los torneos o amistosos. La última vez que ambos se enfrentaron fue también en un Mundial, en 2018. Aquella fase de grupos dio algún que otro quebradero de cabeza a España, que terminó empatando contra los marroquíes por 2-2.
En esta ocasión, los hombres de Luis Enrique se ven las caras con Marruecos a partido único. Esto significa que la oportunidad de seguir soñando depende de 90 (o más) minutos. Pero también la presión juega un papel fundamental, ya que España no ha conseguido llegar a los cuartos de final desde 2010. En aquella ocasión terminó siendo campeona del mundo, pero no ha vuelto a unos cuartos desde entonces.
En Brasil cayó desastrosamente en la fase de grupos, mientras que en Rusia fueron eliminados en los octavos de final. Y no se pueden permitir confiarse ante Marruecos, que ya le han plantado cara tanto a Bélgica como a Croacia. De hecho, los marroquíes tan solo han recibido un gol en contra en toda la fase de grupos y fue obra de Canadá.
Volver a ser campeón implica no dudar y no dar oportunidades a tu rival. Por ello, lo más importante para España es centrarse en cerrar el partido con solidez cuanto antes para evitar sustos de última hora.