Holanda, a casa con baño checo
Una República Checa que jugó 35 minutos con superioridad numérica proporcionó una de las grandes sorpresas de los octavos de final tras imponerse (0-2) a una errática selección de Países Bajos, que perdonó en exceso y no superó la expulsión de Matthijs de Ligt en el minuto 55.
Los checos esperaron con paciencia y orden táctico para sentenciar, con unos entonados Holes -marcó un gol y dio una asistencia- y Schick, que lleva cuatro goles en la Eurocopa. Los de Silhavý se medirán en cuartos a Dinamarca el próximo sábado.
Los de Frank de Boer salieron muy entonados y arrinconaron en los primeros minutos a los checos, a los que les ardía el balón en las botas. Los neerlandeses controlaron pronto la posesión, con Wijnaldum y Dumfries poniendo el vértigo en las bandas y causando muchos problemas a la defensa checa.
En esos primeros minutos pudo marcar Países Bajos: primero De Ligt no cabeceó bien un córner y después un buen centro de Dumfries desde la banda derecha no encontró rematador.
Los checos, por su parte, intentaron poner a prueba a Stekelenburg desde lejos, pero el disparo no vio portería. Tampoco los contraataques funcionaban.
Dumfries siguió muy participativo en esos minutos. En el 14 logró controlar un gran pase largo desde la defensa. En su mano a mano con Vaclik intentó superarlo con un control orientado de cabeza, pero se escoró demasiado y el central checo Kalas desvió el tiro.
Poco a poco los pupilos de Silhavý achicaron espacios en el centro del campo y timoneles clave como De Jong empezaron a no sentirse cómodos. El juego Oranje se resintió y el partido se igualó.
Entonces llegó la primera gran ocasión de los checos con una internada por la derecha de Sevcik, que la puso para que rematase en plancha al primer palo Soucek llegando desde atrás.
República Checa se asentó mejor y el juego de los de Frank De Boer se volvió más posicional y previsible. Solo cuando conseguían imponer cierta rapidez y sorprender a los checos lograron crear más peligro, como en una jugada rápida que remató Malen y el central Kalas cortó cuando iba a puerta.
Pero los checos se volvieron cada vez más peligrosos cuando llegaban al área neerlandesa. En el minuto 38 Masopust dio un pase dentro del área a Barák, que la mandó a la grada cuando tenía toda la meta para él. De Ligt logró meter el pie para entorpecer el disparo.
Poco después llegó la oportunidad Oranje con una jugada colectiva que acabó con otra internada de Dumfries hasta el centro del área. Su pase de la muerte lo cortó Vaclik con las piernas.
En el tiempo extra de la primera parte Depay proporcionó una gran asistencia a Van Aanholt, cuyo disparo sale desviado aunque parece que estaba en fuera de juego.
La segunda mitad comenzó con el partido roto en el centro del campo, con un juego muy vertical y lleno de alternativas.
Entonces llegaron dos jugadas clave. La primera un fallo de Malen. El jugador del PSV se impuso por potencia en una arrancada con autopase ante Kalas y se quedó solo ante el portero. Cuando lo tenía todo de cara Vaclik le quitó la pelota en el mano a mano.
A la jugada siguiente los de Frank de Boer se quedaron con diez. De Ligt luchó con Schick por un balón cerca del área. Era el último defensa neerlandés. Perdió el equilibrio y tocó la pelota con la mano. Después de revisar las imágenes el árbitro ruso Sergei Karasev le mostró la tarjeta roja al central del Juventus en el minuto 55.
Los checos, con superioridad, comenzaron a dominar el partido. Frank de Boer sacó a Malen y metió al centrocampista Promes para fijar un 4-4-1. Los neerlandeses pierden la brújula.
No tardaron en llegar varias oportunidades checas. Y el gol llegó en el 68. Barak sacó un córner al segundo palo, Kalas la devolvió al primero y en el área pequeña cabeceó inapelable Holes.
El partido se le puso muy complicado a Países Bajos, por debajo en el marcador, con un jugador menos y con apenas 22 minutos para reaccionar.
En el 79 Schick marcó el segundo en una jugada rápida. El omnipresente Holes se internó por la izquierda del área naranja, cedió a Schick que disparó colocado para firmar su cuarta diana de la Eurocopa. Países Bajos está en la lona y no consiguió levantarse.