Matías Almeyda le marca sus preferencias a Antonio Cordón para el mercado invernal

Son muchos los nombres y posiciones que Matías Almeyda, si pudiese, reforzaría en este débil Sevilla al que dirige, pero el técnico argentino, dentro de las posibilidades, ya le ha dejado claro a Antonio Cordón sus principales preferencias para el mercado invernal.

Porque no han sido ni uno, ni dos, ni tres, los mensajes públicos que Matías Almeyda, de una manera u otra, le ha ido mandando a Antonio Cordón de cara al mercado invernal. El primero, posiblemente, fue el más directo, el que solicitaba abiertamente un delantero -algo que ya hizo en verano- para ocupar la más que probable marcha de Akor Adams a la Copa de África. Después llegaron más.

Justo tras caer ante el Betis, Matías Almeyda volvió a evidenciar su descontento con una plantilla en la que "no nos sobran muchas cosas" y tras ganar al Extremadura repitió, con la lesión de Juanlu Sánchez, que "somos pocos" para tantos encuentros.

Si aún no estaba claro, el entrenador argentino volvió a quejarse en Valencia, tras el empate, asegurando que "no teníamos demasiados cambios ofensivos", unas declaraciones que bien podrían sorprender al tener en cuenta que, de los siete hombres con dorsal de primer equipo que estaban en el banco, tres eran atacantes (Alexis Sánchez, Alfon y Chidera Ejuke) y Joan Jordán podía sumarse como hombre de creación.

Matías Almeyda solicita hombres para el ataque

Sin obviar las tres bajas que Almeyda tenía en ataque (Isaac Romero, Adnan Januzaj y Rubén Vargas), la realidad es que el argentino tenía argumentos para sustituir jugadores, pero quiere más.

Porque desde verano, Matías Almeyda le ha reclamado a Antonio Cordón un tercer delantero (Iheanacho tuvo serias opciones de continuar) y en el mercado invernal, con la marcha de Akor Adams a la Copa África, no cambia.

Almeyda prioriza la llegada dos hombres para la segunda mitad de temporada: un pivote más creativo y un delantero más. Si a la petición se pudiese sumar un nuevo hombre más polivalente de ataque, sería idóneo, pero el argentino sabe que entre dorsales y economía, la situación no es sencilla.