La 'eterna promesa' rusa, una carrera llena de luces y sombras

Muchos recordarán a Andréi Arshavin, fantástico futbolista ruso que militó en el Zenit y el Arsenal, además de ser internacional absoluto con una Rusia semifinalista de Europa en 2008.

Un jugador de gran talento, al que compararon en su día con futbolistas de la talla de Romario o Kun Agüero, y que llegó a sonar para el Barça de Guardiola, en el que estuvo a punto de recalar, aunque finalmente acabó en la Premier League.
Lo último que se sabe de él es que acaba de rescindir su contrato con el Kubán Krasnodar, equipo de la liga rusa en el que militaba desde el pasado mes de julio, y ahora incluso no descarta una retirada.
"Hemos discutido la situación con los dirigentes del club y hemos llegado a la conclusión de que es mejor romper nuestra relación", aseguró el jugador, que viajó en enero a Chipre para participar en la concentración de su exequipo, que se encuentra en pleno receso invernal de la liga rusa.
Según algunos medios rusos, Arshavin había dejado de entrenar con el Kubán debido a los problemas económicos del club, que le debía el sueldo de cuatro meses al futbolista.
Viendo la actual crisis en la que estaba sumergido el equipo ruso, al que las autoridades de la región de Krasnodar han decidido dejar de financiar debido a la recesión en la que se encuentra sumida la economía del país, el futbolista natural de San Petesburgo ha decidido poner punto y final a una etapa en la que él tampoco había podido aportar mucho. Únicamente disputó nueve encuentros y no consiguió marcar en ninguno de ellos.
"Si se presenta alguna propuesta, la estudiaré. De lo contrario, pondré punto y final a mi carrera profesional", aseguró Arshavin, que con 34 años parece que no ha encontrado su sitio dentro de este deporte al que tanto aspiraba hace solo unos años, cuando se suponía que estaba en su plenitud como futbolista.

Pero el tiempo no perdona a nadie, y las oportunidades están para aprovecharlas. Eso mismo pensará el ruso, que llegó a ganar en tres ocasiones la liga rusa con el Zenit, el club en el que sí fue la estrella que luego no llegó a convertirse.
Además de esas tres ligas, con el club de su ciudad natal conquistó una Copa de la UEFA y una Supercopa de Europa en un 2008 en el que los rusos, dirigidos por Dick Advocaat, parecían imparables en una competición europea en la que pudieron con el Bayern en semifinales, vencieron al Rangers en la final, y se proclamaron supercampeones del continente europeo al dar la sorpresa en el Luis II de Mónaco al vencer al Manchester United, vigente ganador de la Champions League.
Ese mismo año fue culminado con un verano magistral en el que Arshavin fue la estrella de una selección rusa, formando pareja con su compañero Roman Pavlyuchenko, con el que luego coincidiría de nuevo en el Kubán, en una Eurocopa de Austria y Suiza donde solo la España de Luis Aragonés, que se alzaría con el título, pudo con Rusia en semifinales, tras haberla vencido también en una primera fase en la que coincidieron en el mismo grupo D.
Pese a estar sancionado los dos primeros encuentros, el ruso reapareció en el tercer encuentro, anotando el segundo gol de su equipo en la victoria ante Suecia que significaba el pase a cuartos, en los que darían la ‘campanada’ al vencer a Holanda por 1-3, con un gol de Arshavin y dos asistencias suyas, siendo sin duda el protagonista del encuentro.
El del Zenit fue incluido en el once inicial de la competición y su mejor versión como futbolista se presentaba al mundo, y al mercado. Muchos fueron los clubes que se interesaron por la situación del mediapunta ruso, aunque el Barcelona, con la llegada del nuevo técnico Pep Guardiola en el verano de 2008, parecía el destino ideal para el futbolista, que se mostraba encantado con la posibilidad de recalar en la ciudad condal.

Pero el Zenit desestimó con rapidez la oferta azulgrana, de unos 15 millones de euros, al considerarla muy por debajo del precio que realmente pedía por su estrella. Arshavin salió en defensa de su equipo y aseguró que "entendía la postura del Zenit, ya que realmente la oferta era muy pequeña", aunque en ese instante estaba perdiendo posiblemente la mejor oportunidad de su carrera futbolística.
El Barcelona no ofreció más y finalmente sería el Arsenal quien cerraría el acuerdo con el club ruso y el jugador, que llegó a la Premier en el mercado de invierno de 2009. En el equipo inglés estuvo cuatro temporadas, en un período donde alternó luces y sombras en su juego, marcado por una adaptación difícil. Ante el Liverpool en su primer año disputó uno de sus mejores encuentros como 'gunner', anotando cuatro goles en el empate (4-4) en Anfield.
En 2012 volvió al Zenit en calidad de cedido por el Arsenal, donde acabó la temporada disputando nueve encuentros, con solo tres goles aunque contribuyó en la consecución del título liguero de los rusos. De nuevo retornó al Arsenal para comenzar la temporada 2012-13, donde no pudo demostrar el nivel de sus primeros años, y Wenger acabó por descartarle para el próximo año, por lo que Arshavin no renovó y se marchó a San Petesburgo de nuevo, esta vez como jugador libre.
El jugador ruso cumplió los dos años de contrato que firmó con el Zenit, en los que volvió a ganar una liga Premier de Rusia, y salió el pasado verano para acabar en el Kubán Krasnodar y jugar de nuevo junto a su amigo y compañero Pavlychenko, el que también disfrutó de su oportunidad en la Premier cuando militó en el Tottenham.
Ahora Arshavin, fuera ya del club ruso, se plantea una retirada que cerraría la carrera de un jugador del que siempre se le vieron unas cualidades y una progresión en su juego que finalmente, por las circunstancias que fuesen, no supo aprovechar en su totalidad para alcanzar un nivel de crack mundial del que muchos estaban convencidos al que llegaría.