Pasaporte a ninguna parte
El pasado mes de enero, el Sevilla se reforzó con el joven jugador bosnio Miroslav Stevanovic, una apuesta de futuro, internacional en categorías inferiores con su país, que recaló en el equipo nervionense ocupando un puesto, un valioso puesto. Tan valioso, que el club nervionense solo tiene tres plazas.
Ese valioso puesto es el de extracomunitario. En el equipo nervionense, atendiendo a la regulación vigente, hay solo tres plazas para jugadores que no cuenten con pasaporte comunitario o sean procedentes con acuerdos bilaterales con la Unión Europea (acuerdo Cotonú, que permitía a Koné, por ejemplo, no ocupar plaza extracomunitaria). En el Sevilla actualmente esos futbolistas son Gary Medel (Chile), Cicinho (Brasil) y Stevanovic (Bosnia). La llegada del balcánico obligó, pues, a dejar fuera de la disciplina del primer equipo a Bryan Rabello (Chile), fichado el pasado verano para estar a caballo entre el primer y el segundo equipo y al que la llegada del bosnio descabalgó definitivamente del primer equipo esta temporada.
En el equipo hispalense explicaron entonces que esperaban que Stevanovic dejaría de ocupar esa plaza en un determinado periodo de tiempo, podían ser días o meses. Ya está claro que es más lo segundo, y lo que puede quedar.
Realmente, no era vacío el argumento sevillista. Y realmente el acuerdo de la Unión Europea y Bosnia de ratificación de la hoja de ruta de su adaptación a ciertas regulaciones impuestas por Bruselas está en marcha. Pero nada garantiza que ese acuerdo llegue en breve. Es más, se espera desde el 28 de diciembre de 2011, cuando Bosnia garantizó e cumplimiento de esa hoja de ruta. Pero hay un problema. La UE es intransigente en algunos aspectos y no permitirá que Bosnia se convierta en país candidato a formar parte de la UE (y las ventajas que ello conlleva, entre otras acuerdos bilaterales laborales, del que se vería beneficiado Stevanovic) hasta que sancione con rigor algunos casos de crímenes de guerra que quedan pendiente desde las guerras balcánicas, en concreto el caso Sejdic-Finci. La UE entregó a Bosnia el 27 de junio de 2012 un pliego incluyendo una serie de fechas límite para cumplir las exigencias. A día de hoy aún no se han resuelto esas diferencias. Y paradójicamente de ello dependen Stevanovic, Rabello...
Y quizás alguno más. Porque esta historia deportiva-histórica-política habrá de tenerla muy presente el equipo nervionense este verano, cuando vuelva a abrirse el mercado. De momento, el Sevilla ya tiene entre ceja y ceja al colombiano Carlos Bacca, extracomunitario tambien. Su llegada o la de otro extracomunitario supondría la salida de Stevanovic, como cedido, es de suponer, a menos que se solucione su caso. Y puede que la de Gary Medel, que tiene pretendientes. Salvo que el chileno logre la doble nacionalidad tras dos años en España, algo que puede tardar.
El caso es que para la próxima campaña, si además el club nervionense quiere contar con Rabello para el primer equipo, necesitará aligerar su nómina de extracomunitarios de una forma u otra, y esperar a que la UE acepte los acuerdos con Bosnia y que Stevanovic pueda ser uno más no parece, a día de hoy, una decisión prudente.
