"Vengo, veo y venzo"

A veces tienes que esperar a que alguien te empuje al abismo, para descubrir que posees la capacidad de volar. Así se refleja la historia del RCD Mallorca, un club alanceado mil veces y nunca muerto que posee una virtud especial, la de paladear el cielo en volandas de sus aficionados. Un edén degustado con sus resultados deportivos, que lo codean con los colosos de Europa.

Una planificación nefasta y la crisis deportiva que aquejaba al club desde hace un lustro asestaron al conjunto bermellón, hace un año, el golpe más cruel de su curtida historia, con la consumación de un descenso que abogaba al fracaso y que dejaba en peligro de extinción la ilusión de una hinchada maldecida en su centenario.
No obstante, miles de valientes reconsideraron su esperanza y se embarcaron en el proyecto más complicado de su historia, el de devolver al Mallorca al lugar que se merecía. Y de momento, va camino de ello. Instaurado en la primera plaza del grupo 3, con doce triunfos y cinco empates, los Barrallets están consolidados como los absolutos dominadores de su zona con casi una docena de puntos más que su próximo perseguidor.
Atlético de Madrid, Barcelona, Inter de Milán y Mallorca. Cuatro equipos que poco tienen que ver entre ellos pero que poseen un similar privilegio, el de erigirse como los únicos clubes de Europa que no conocen la derrota. Tras las recientes de Valencia y Manchester City, los equipos citados comparten el honor de postularse como invencibles y dominadores del continente. Aunque instaurados en la división de bronce, los bermellones no conocen la derrota y solo el Lleida ha logrado vencerles desde los once metros en la primera ronda copera.
Manolo Reina, Lago Júnior y Salva Sevilla, tres jugadores curtidos en la élite que han dotado al vestuario de la experiencia necesaria para obtener la clave del éxito y encontrar la calma en una temporada que se presupone como demasiada larga. Todo ello acompañado de la savia nueva que ha repletado la ilusión de la hinchada, merced a las actuaciones de Álex López y Abdon Prats, dos jóvenes jugadores que comparten cifra goleadora como máximos artilleros de la entidad.
Experiencia, juventud y un incesante amor por los colores bermellones. Las premisas principales de un club que quiere volver a respirar y recuperar el oxígeno dorado que brindó aquella Copa del Rey y la Supercopa, dos metales que aún guardan el polvo de la gloria y que esperan dar relevo a los éxitos del futuro. El porvenir de un equipo invencible, el de un Mallorca campeón.