Ourense y Breogán inician mañana la final por el ascenso a la liga Endesa

Ourense Baloncesto y Ribeira Sacra Breogán iniciarán mañana (Pazo dos Deportes Paco Paz, 21.00 horas, con el arbitraje de Juanma Uruñuela y F. José Zafra) la final de la fase de la Adecco Oro por el ascenso a la liga Endesa, una eliminatoria que promete ser intensa e igualada, pese a que los ourensanistas tiene a su favor el factor cancha.

De hecho, el Breogán, que alcanzó la final tras deshacerse del CB Valladolid en la anterior ronda, ya sabe lo que es ganar esta temporada en el Paco Paz. Lo hizo en la fase regular, cuando se impuso por un apretado 73-75 al conjunto dirigido por Gonzalo García de Vitoria.
La historia también juega a favor de los lucenses, que han ganado las dos series de "playoff" que ambos equipos han disputado hasta la fecha, ambas por idéntico resultado (3-1): temporada 1989-90 (liga ACB) y temporada 1998-99 (liga LEB).
Galicia, siempre y cuando se cumplan los requisitos económicos exigidos por la ACB, contará la próxima temporada con dos equipos en la liga Endesa. Dos ciudades, Ourense y Lugo, sueñan con su regreso a la elite. Los ourensanos compitieron por última vez en el curso 2000-01; los lucenses en el 2005-06.
Ni García de Vitoria, técnico del COB, ni Lisardo Gómez, entrenador breoganista, quieren asumir el papel de favorito. Se espera una eliminatoria dura e intensa entre dos equipos con armas y estilos de juegos diferentes.
La mejor plantilla de la categoría, Breogán, se mide contra un Ourense que se ha exhibido en los play off, donde no ha perdido. Es el equipo que menos puntos recibe desde que comenzaron las eliminatorias y en la liga regular fue el segundo, tras el ya ascendido Burgos.
Por si fuera poco, cuenta con un perímetro demoledor, con Christian Díaz, Edu Martínez, Brothers, Pedro Rivero, Suka Umu y Salva Arco, asumiendo galones en ataque. Estos tres últimos y Guillermo Rejón aportan, además, la experiencia.
El Breogán es un equipo más físico, que se siente fuerte imprimiendo velocidad a su juego. Su entrenador sigue pendiente del estado físico de Sergio Sánchez, que se perdió los últimos tres partidos por una rotura de fibras en el gemelo.
Su mayor preocupación es que su equipo sea efectivo y minimice las pérdidas de balón en ataque, su Talón de Aquiles.
Lisardo Gómez es consciente de que no ganará en Ourense si repite las veinte pérdidas que tuvo frente al Valladolid.