La mano de Escribá se deja notar en el balón parado
El Real Zaragoza cosechó un meritorio empate en su visita al Burgos. Un partido en el que los aragoneses hicieron todo para lograr la victoria, pero que los de Julián Calero lograron empatar hasta en dos ocasiones para firmar las tablas definitivas.
Parece cierto decir que el conjunto blanquillo ha mejorado notablemente su imagen con la llegada del nuevo entrenador, Fran Escribá, pese a que todavía no ha conseguido sumar su primera victoria, con dos empates en LaLiga SmartBank y la sonrojante derrota en Copa del Rey.
Sin embargo, hay aspectos en los que sí se nota claramente la mano del nuevo entrenador. Sobre todo en el caso del balón parado, uno de los elementos fundamentales que ha manejado Escribá a lo largo de su trayectoria en los banquillos y que se antoja vital para un equipo con poco gol, como es el Real Zaragoza.
Así, el equipo aragonés ha sumado tres goles en los dos primeros partidos ligueros con el técnico valenciano a los mandos, dos de los cuales llegaron como fruto de la estrategia. El primero, ante el Málaga, lo marcó Simeone a la salida de un córner; el segundo, de Jair, tras una falta lateral.
Si, como advertía Escribá, entre el 30% y el 40% de los goles llegan a balón parado, ahora el Real Zaragoza parece decidido a aprovechar sus oportunidades. Por el momento, eleva esa cifra hasta el 66% para, entre otras cosas, anotar dos goles en El Plantío, algo que no había conseguido nadie hasta la fecha en esta temporada de LaLiga SmartBank.
