El Yamiq, un fichaje perfecto

Jawad El Yamiq llegó al Real Zaragoza sin hacer ruido. Si acaso, con el murmullo de aquellos que desconfiaban de un jugador desconocido, al que apenas un puñado de aficionados había visto jugar en Italia y sin nombre. Una puesta, otra más, de Lalo Arantegui que, avalada por Víctor Fernández, se ha convertido con el paso de las semanas en mejor fichaje posible del mercado invernal.

El central marroquí llegó a la capital del Ebro con escasa experiencia europea, con pasado en la segunda categoría italiana y algunos partidos en la Serie A, con el Genoa, pero con la garantía de tratarse de uno de los centrales habituales de la selección de Marruecos, una de las más potentes del continente africano.

Con esas credenciales llegó al Real Zaragoza que, por obligación, lo vio debutar en Carranza. La lesión de Atienza en el calentamiento le abría las puertas de la titularidad en el partido frente al Cádiz. Un encuentro en el que si no lo fue, estuvo cerca de ser el mejor del equipo blanquillo. Pronto mostró sus virtudes. La velocidad, la intensidad, la fortaleza en el juego aéreo o un notable desplazamiento de balón, que le sirvió, entre otras cosas, para asistir a Alberto Soro. Al margen de sus virtudes futbolísticas se sitúan también las personales, adaptado perfectamente al vestuario, como demostró la celebración del tercer gol frente al RC Deportivo, en el que se fundió en un abrazo con Víctor Fernández.

Desde entonces, El Yamiq se ha convertido en un fijo, y con él en el campo, el Real Zaragoza no conoce la derrota. Un camino que lleva a los aragoneses irremediablemente a la lucha por el ascenso, lo que convertiría al central marroquí en jugador blanquillo hasta 2023, pues cuenta con una opción de compra obligatoria en caso de alcanzar la máxima categoría. Toda una ganga en vista de su rendimiento, rondando los 750.000 euros. Elementos que hacen de Jawad El Yamiq, un fichaje perfecto.