Víctor, un sí con el corazón

"Vengo sin ninguna obligación de futuro", esa fue una de las frases más repetidas por Víctor Fernández en las manifestaciones que realizó el pasado mes de diciembre cuando recibió la llamada de auxilio. El Real Zaragoza se movía en el fango del descenso y el técnico no lo dudo. "Vengo con una misión y, después, me iré", apostillaba. Apenas seis meses después, el técnico ha aceptado su continuidad en el banquillo zaragocista.

¿Qué ha cambiado? Muchas cosas. La cabeza de Víctor siempre estuvo centrada en salvar al equipo. Su futuro no era importante. Los meses iban pasando y el mensaje era el mismo. Pero la última reacción deportiva, con las buenas actuaciones en Cádiz, Extremadura y la victoria del Sporting de Gijón hizo reaccionar a la grada: "Víctor, quédate; Víctor, quédate", resonó con fuerza los minutos finales de la remontada ante los asturianos. El entrenador lloró en la banda y su chip cambió. En la rueda de prensa no pudo evitar dejar una puerta abierta a su continuidad.

Los movimientos en la entidad a nivel de directivos también propiciaron que las diferentes corrientes internas se pusieras en contacto de manera privada con Víctor. Todos lo pedían lo mismo: "Por favor, tienes que seguir". Las dudas se fueron disipando y se produjeron los primeros contactos informales para pulsar la disposición del técnico a seguir. Las peticiones del entrenador fueron simples y claras: "Responsabilidad y proyecto".

Víctor sabe que habrá poco dinero y que hay que hilar fino. Entiende que su idea futbolística debe sostenerse en varios matices que son vitales. El diagnóstico de la plantilla no puede ser más cercano: "Yo sé mejor que nadie cómo es esta plantilla". Los refuerzos deben tener un perfil y no va a aceptar cualquier cosa. Su participación en la composición del plantel es innegociable.

Una vez aceptados estos términos por los responsables de la entidad, Víctor dio su respuesta afirmativa en la mañana del miércoles. Quedan por pulir detalles en el contrato que se vaya a redactar -nunca en relación con su sueldo que volverá a ser lo menos importante-. Este medio año, la aportación de Víctor ha servido para evitar el desastre. Se ha sobrepuesto a lesiones, bajas y problemas varios. Con esta base y con futbolistas de su perfil, el técnico del barrio Oliver se atreve a intentar el ascenso.