Una genialidad de Messi salva al líder en Mestalla

El Valencia CF estuvo a punto de doblegar al FC Barcelona en Mestalla. Sólo una genialidad de Leo Messi en forma de asistencia permitió a Jordi Alba empatar el gol inicial de Rodrigo en el minuto 59 y un planteamiento táctico de Marcelino muy inteligente que logró que el líder hincara la rodilla durante muchos minutos en Mestalla ante la euforia de su afición. Cierto es que un gol legal no concedido al Barça en la primera parte podría haber modificado el panorama. El colegiado no lo dio y el reparto de puntos es justo. Con este empate el Valencia CF sigue segundo a cuatro puntos del Barça. 

La afición marcó el primer gol y, desde dos horas del choque, animó a los suyos para que pudieran doblegar al Barça. Marcelino también hizo lo propio y sacó de inicio a su once de gala. Esto es: Neto; Montoya, Garay, Gabriel, Gayà; Soler, Parejo, Kondogbia, Guedes; Rodrigo y Zaza. La titánica tarea de doblegar al líder no admitía ambigüedades. 
El Valencia empezó encerrado atrás, dejando que el Barça sobara el balón en las inmediaciones de su área y Paulinho lo aprovechó para probar los reflejos de Neto desde lejos. Exactamente tardó cinco minutos en pasar del cento del campo el Valencia, pero cuando lo hizo fue con peligro. Zaza recuperó la bola y se la cedió para que Rodrigo disparara ante la oposición de dos zagueros culés.

Gol legal no concedido

Sin embargo, el equipo llevaría la manija del duelo en los primeros minutos era el Barça. Los de Valverde aplacaron los ánimos de una afición envalentonada a base de juego combinativo y de rondar el área de Neto. Y así llegó en el 29 el primer gol que, por fortuna, no subió al marcador. Messi tiró desde la frontal, el meta valencianista cometió un error de bulto y se le escapó la pelota de las manos para colársele entre las piernas y traspasar la raya, pero el colegiado no lo vio, el linier tampoco, el brasileño la sacó con la punta de los dedos y empezó una contra que terminó con un disparo desviado de Zaza. A la siguiente jugada Neto lo enmendaría parando un buen lanzamiento de falta del astro argentino del Barça. 
Y es que, regalo arbitral aparte, el bagaje del Valencia era único: esperar el error culé agazapado atrás y salir a la contra con velocidad, bien mediante la conducción de Gonçalo Guedes o los balones largos, principalmente lanzados por Dani Parejo o Carlos Soler. La apuesta de Marcelino estaba clara y no fue hasta el minuto 35 cuando el equipo no se decidió a adelantar algo las líneas.  

El partido entró en un intercambio letal de golpes. Ahora Neto se la sacaba a Luis Suárez, después era Guedes el que cabalgaba enfurecido hacia el área de Ter Stegen propiciando una nueva jugada de peligro valencianista. Con este toma y daca y con el empate inicial en el electrónico se llegó al descanso. Marcelino había puesto el partido justo en el punto exacto que lo quería. 

Intercambio de golpes 

El Valencia empezó atacando la segunda parte, forzando que Umtiti en un córner se llevara por delante a Kondogbia, ante la impasividad colegial. Un invitado de lujo en el siguiente contraataque valencianista, que terminó con un nuevo tiro desviado de Zaza. Entretanto, el Barça lo intentaba también. Vermaelen de cabeza y Messi sin ángulo probaron fortuna.
El choque se convirtió en un correcalles en el que tan pronto Rodrigo recuperaba en la frontal del área culé como Messi lanzaba a los suyos en pos de un gol que desnivelara la contienda. Pero en ese intercambio de contras el Valencia es el mejor de LaLiga Santander. En el 59 Guedes recibía, Gayà lo doblaba y asistía desde la línea de gondo para que Rodrigo rematara en la línea. El pichichi español lo celebró con la peluca de Jaume Ortí y Mestalla enloqueció. 

Una genialidad de Messi

El Valencia se desmelenó y por la izquierda hizo polvo al Barcelona. Debió ampliar pero no acertó con las ocasiones que creó. Guedes en el 70, tras un control magnífico, la mandó a las gradas. Valverde veía peligrar el duelo e hizo los tres cambios casi de forma consecutiva (Sacó a Deulofeu, Denis Suárez y Aleix Vidal). Marcelino, que había conseguido tener al líder a su merced, esperaba escondido en la grada. Su segundo, Uría, no cambió hasta el 80, cuando Rodrigo se marchó -ovacionado y aclamado- dejando su puesto a Andreas Pereira. 
Nada tuvo que ver el movimiento con el empate del Barcelona. Un pase genial de Messi la puso perfecta para que Jordi Alba entrando desde atrás pusiera la puntera e igualara un choque que el Valencia pudo haber sentenciado.
Garay, lesionado, dejaría su puesto a Vezo en el 85, y Carlos Soler a Santi Mina en el 88, cuando las fuerzas de los contendientes ya no daban para más. Al final, reparto de puntos en un partido eléctrico en el que cualquiera de los dos contendientes pudo haberse llevado un partido jugado de poder a poder entre los dos equipos más en forma de LaLiga Santander. 
           
 

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