'Del negativo a la web': Monreal y Solaeta, clase media en tiempos bajos

Nueva entrada de la sección ‘Del negativo a la web’, en la que tratamos de recuperar fotos de jugadores del Málaga que se encontraban en negativos o en cajas olvidadas del fotógrafo Mariano Pozo. Así, tras Jaime, Paquito, Matosas, Pellicer o Makanaky, hoy traemos dos por el precio de uno: Antonio Monreal y Alberto Solaeta. Clase media en dos Málagas muy diferentes de los años 90.

Antonio Monreal Rodríguez (Estepona, 4 de abril de 1969) es hijo del mítico José Luis Monreal (q.e.p.d) que militó en el CD Málaga desde finales de los años 60 hasta finales de los 70. Monreal fue también zaguero como su padre, aunque en su caso se tuvo que buscar la fortuna lejos de Martiricos. Aun así, se forjó en las categorías inferiores del club malacitano y dio el salto al primer equipo en la temporada 89-90, aunque al curso siguiente se marchó cedido al CD Estepona de su localidad natal. De vuelta al conjunto malaguista, vivió el año de la disolución del club disputando 25 partidos antes de marcharse al Betis. Mérida, Ourense y Elche fueron sus destinos antes de retirarse de manera prematura a los 30 años por una grave lesión.

A Monreal se le recuerda por su imponente físico y por su buen desplazamiento. Era un jugador muy fuerte, que se cuidaba muchísimo

A Monreal se le recuerda por su imponente físico y por su capacidad para desplazar el balón. Era un jugador muy fuerte, que se cuidaba muchísimo. Era habitual verle correr con su padre, que llegó a ser su entrenador (como Míchel y Adrián). Le tocó vivir una época dura, pero representó con dignidad a la cantera malagueña en aquel equipo casi autóctono. Es curioso porque Monreal sufrió la desaparición del CD Málaga y años más tarde se cruzó con su renacimiento, siendo rival con el Orense en el primer partido a domicilio del Málaga de Peiró en Segunda A (0-1 con gol de Ruano).

Alberto Solaeta Bonet (Santoña, Cantabria, 14 de octubre de 1970) fue un centrocampista cántabro que militó en el Málaga CF en Segunda División B, en la temporada 96-97, en uno de los años complicados del conjunto malaguista en su lucha para salir del pozo de la categoría de bronce, donde fue compañero de Sergio Pellicer, actual entrenador del Málaga CF. Como blanquiazul disputó 15 partidos y llegó procedente del Huesca a mitad de temporada. Aquí fue entrenado por Díaz Novoa y Albis. Pese a que llegó a jugar en el Racing de Santander en Primera División, con el que ascendió y coincidió con Quique Setién, su carrera se desarrolló más en Segunda (Villarreal) o Segunda B, con los citados Huesca y Málaga CF. Culminó su carrera en la Cultural Leonesa a los 28 años, también de manera prematura.