El último gran pase de Sandro
"En este libro está gran parte de mi vida. Me siento un malagueño y un malaguista más, y lo seré toda mi vida". Sandro ha presentado este mediodía su autobiografía, 'Mi último pase', escrita por los periodistas malagueños José Luis Malo y Daniel Marín. Esta enriquecedora obra de más de 400 páginas recoge lo más selecto de la vida del idolatrado ex futbolista del Málaga. Con prólogo de Jorge Valdano y epílogo de Ángel Cappa, a través de este libro se pueden conocer multitud de opiniones de amigos suyos y compañeros de vestuario como Fernando Sanz, Amavisca, Butragueño, Sergio Egea (entrenador suyo en el Castilla que también ha estado presente en la presentación)...
Visiblemente emocionado, Sandro ha agradecido la calurosísima acogida que ha tenido el libro, del que ya se puede hacer la reserva en El Corte Inglés por un módico precio de 14,95 euros.
Capítulo a capítulo, Sandro narra en primera persona todas las etapas de su carrera. Su llegada a la cantera del Real Madrid, su debut con el equipo blanco, el desembarco de Raúl en la primera plantilla merengue, su llegada a Málaga, sus ascensos como blanquiazul, su periplo en el Levante... Un tesoro para cualquier malaguista que se precie y también para los amantes del buen fútbol, el que jugaba Sandro.
"Desde que llegó al Real Madrid y luego al Málaga le tuvimos un cariño especial. Es una persona bajita pero muy grande". Estas han sido las palabras que le ha dedicado un emocionado Fernando Sanz. Además del presidente del Málaga, prácticamente toda la Málaga futbolística ha acompañado a Sandro a dar su último pase. Ex jugadores como Koke Contreras, Guede, Paquito o Bravo, Juan Carlos Añón, Fernando Puche, Manuel Hernández Navarrete, Mario Husillos, Fernando Rosas, el árbitro Paradas Romero... El malaguismo tiene una cita ineludible con la autobiografía del último gran ídolo de La Rosaleda. 'Qué bonitos, qué bonitos, son los pases de Sandrito' ha cantado La Bombonera de Martiricos todos estos años. El último está a la altura de los mejores.
