El Atlético está KO, el VAR es inútil, ¿dónde está Griezmann? y otras evidencias

Llamemos a las cosas por su nombre. El Atlético de Madrid ha caído derrotado en San Mamés y cierra de forma casi definitiva una temporada con sensaciones rotundamente negativas... a pesar de que va segundo en LaLiga. Segundo parece ser insuficiente para un equipo que hace no mucho quedaba noveno un año, décimo al siguiente y festejaba una cuarta plaza con tímidos paseos a Neptuno. A este Atlético se le exige más, tanto en resultados como en juego, a pesar de que las estadísticas a veces son engañosas.

Lo del Atlético

Por partes: el Atlético, a día de hoy, está muerto. Cayó eliminado de la Copa del Rey en una eliminatoria que se puede considerar como fracaso. Cayó eliminado de la Champions League en una eliminatoria que nunca se puede considerar como fracaso, pero que sí se sintió como tal tras el 2-0 del partido de ida. Y en LaLiga, ha dejado escapar el último tren posible por ganar la competición con una derrota en San Mamés que ahonda aún más su depresión. Un 5-0 en apenas tres días que le deja con los ánimos por lo suelos.

Insistimos, quedar segundo en LaLiga nunca podrá ser considerado un fracaso para el Atlético, ni mucho menos. Pero la derrota en San Mamés sí supone el punto y final a una temporada que empezó muy ilusionante. Se hablaba de "la mejor plantilla de la historia" del club, pero los resultados no han sido los deseados en ninguna competición. Y habrá que evaluar por qué.

Lo del VAR

Es inútil. No sirve para nada. Se equivoca el que está abajo y el de arriba, partido sí y partido también, tiene miedo de que corregir a su compañero. En la primera mitad, Yeray le soltó una patada a Griezmann dentro del área. "Es interpretable", dirán aquellos defensores que aseguran que el VAR no tiene ningún agujero. En la segunda, San José metió el pie ante Morata, sin tocar el balón, justo cuando el delantero iba a disparar a puerta. "Es interpretable", dirán los mismos gurús.

Pasó con aquel penalti en el Villamarín, pasó con aquel derbi ante el Real Madrid que tuvo hasta tres acciones muy polémicas, pasa una y otra vez en LaLiga Santander. Todo lo consideran interpretable, nada se corrige y los que quedan retratados una y otra vez son los propios árbitros. Jaime Latre se comió dos penaltis con 0-0 en el marcador que, evidentemente, habrían cambiado por completo el partido y las sensaciones.

¿Dónde está Griezmann?

El jugador que grababa un documental con su 'decisión' en junio, el jugador que cobra más de 20 millones de euros por temporada, el jugador que debe ser el líder ofensivo del que dicen que es el mejor Atlético de Madrid. Ese es Griezmann. Y Griezmann volvió a estar desaparecido en San Mamés. El francés suma seis partidos consecutivos sin marcar en el momento más crítico de la temporada. Se quedó a cero en Turín, se quedó a cero en Bilbao y lleva casi un mes sin marcar un gol. Y el Atlético, claro está, le echa de menos.

En San Mamés jugó tirado a una banda para mantener el 4-4-2 y tuvo una buena ocasión en la primera mitad que acabó en un penalti no señalado. Y luego, la nada. Griezmann ha desaparecido justo cuando el Atlético más le necesitaba.

Y otras evidencias...

Las culpas, un día más, irán a Simeone. Sólo él tiene culpa de que se considere un fracaso caer ante la Juventus, pues antes de que llegara muchos ni siquiera soñaban con eliminatorias como esa. En San Mamés, como en Turín, se quedó sin reacción desde el banquillo. ¡Pero es que no tenía banquillo! Porque Vitolo siempre está lesionado, porque Lucas y Filipe tienen su mente en otras cosas, porque no hay centrocampistas que ocupen el banquillo.

Porque la planificación de la dirección deportiva y del departamento médico esta temporada está siendo calamitosa. Si Simeone hubiera podido, habría sacado un cuatrivote en Turín y no habría puesto a Juanfran a pierna cambiada y a Lemar en la medular. Pero no pudo, porque no tenía más. Si Simeone hubiera podido, no habría mareado a Saúl durante toda la temporada, este sábado jugando otra vez de lateral izquierdo. Pero es que no tenía más. Y sin recursos, con una plantilla cogida con alfileres que tiene que recurrir día sí y día también al filial para completar las convocatorias, a Simeone se lo ponen más difícil.

La culpa siempre será de Simeone, por supuesto. Simeone también tiene culpa de que ver al Atlético de Madrid en segunda posición llegue a considerarse otro fracaso.