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Una Real sin ideas da por bueno el empate
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Una Real sin ideas da por bueno el empate

DMQ
Foto autor
Marta Gonzalo
Una jugada del Real Sociedad-Rayo Vallecano (Foto: LaLiga).
Una jugada del Real Sociedad-Rayo Vallecano (Foto: LaLiga).

Anoeta tendrá que esperar una jornada más para conocer la victoria. Real y Rayo empataron a dos en un partido difícil de entender. Los txuri urdin se adelantaron pronto y parecían tener el encuentro controlado, pero cuando peor estaban los rayistas le dieron la vuelta al marcador en apenas cinco minutos. La Real se quedó grogui hasta que reapareció Willian José en la segunda mitad para establecer la igualada. A partir de ahí, poco más. Partido soso e insulso en el que lo más reseñable es apuntar que, al menos, no se perdió.

Resumen: a la Real se le escapó la victoria en un partido surrealista en el que un error condicionó el choque. A mi por lo menos no me vale. Esta Real debe aspirar a algo más que conformarse con arañar un punto. 

La Real Sociedad y el Rayo Vallecano se enfrentaban en la jornada 6 de LaLiga Santander en Anoeta, en un encuentro al que cada equipo llegaba al choque con objetivos y sensaciones bastante diferentes. Los donostiarras vencieron 0-1 el pasado viernes al Huesca en El Alcoraz, y tenían la oportunidad de sumar por primera vez en esta temporada dos victorias seguidas y colocarse con 10 puntos en la parte noble de la tabla. Los madrileños, por su parte, perdieron el sábado 1-5 contra el Alavés, y aterrizaban en Donostia con tan solo dos puntos en el casillero. Ninguno de los dos se esmeraron en hacer los deberes, y se repartieron un punto cada uno.

Un error que condena al equipo

Asier Garitano apostó de salida por Rulli; Zaldua, Moreno, Aritz, Kevin; Zubeldia, Merino, Pardo, Bautista, Sangalli y Oyarzabal.

El partido comenzó con un Rayo muy presionante arriba. El madrileño es un equipo que juega alegre y por eso la Real sabía que era importante ponerse por delante en el marcador cuanto antes, porque así el conjunto de Míchel dejaría más espacios y más huecos para poder penetrar.

Tan bien lo sabían los realistas, que a los cinco minutos perforaron ya la meta de Alberto. ¿Y quién si no? Jon Bautista, que el último partido en el que había anotado con la elástica txuri urdin fue precisamente al Rayo Vallecano. Gran servicio de Sangalli que buscó en largo a Bautista, y en el uno a uno con Alberto batió al guardameta. Gol importantísimo para la confianza del jugador y del equipo. La Real había pillado al Rayo muy abierto y casi en su campo.

Pero lo que es el fútbol. La real tenía el partido controlado y lo estaba haciendo bien, pero un error de Rulli al que se le escapó un balón sirvió para que el Rayo, sin hacer nada arriba, lograra el empate. Cuando un jugador no está bien se le cambia. Illarramendi lleva dos jornadas consecutivas en el banquillo y otros le están sustituyendo. Para eso hay una plantilla.

El portero de la Real en la actualidad no está bien. Le falta confianza, y no es un aspecto nuevo. Ya le ha pasado otras veces. El problema es que no solo le afecta a él, su nerviosismo actual también lo transmite al resto de compañeros, y así nadie sale ganando. Si un jugador de campo rota, no pasa nada por que suceda lo mismo con un portero. Al final lo que se busca es el bien de un equipo. Y la Real, tal y como está ahora Rulli, no está segura. El guardameta trató de excusarse reclamando al árbitro que le habían hecho falta, pero no fue así.

Hasta el tanto del empate, el Rayo estaba asumiendo muchos riesgos y la Real seguía con algún problema en segunda jugada, pero tampoco sufría. Los de Vallecas habían botado dos saques de esquina, pero sin generar ni siquiera un 'Uy'.

Los donostiarras encerrados atrás habían tratado de hacer daño a los visitantes impidiendo que salieran con el balón jugado. Oyarzabal tuvo incluso el segundo en sus botas, pero Advincula llegó para quitarle casi de la bota el esférico al eibarrés, que ya se preparaba para golpear en el área pequeña. 

Sin embargo, el gol que había servido de empate al Rayo en el minuto 30 sentó fatal a los de Garitano, y el equipo estaba medio grogui. Los de Míchel no habían hecho nada, de hecho el gol llegó de un fallo. Los madrileños comenzaron a buscar balones a la espalda de Kevin.

Llegó entonces el minuto 35 y el árbitro pito un penalti más que dudoso al considerar que Zaldua había derribado a Bebé, cuando apenas le había rozado la bota. A veces qué fácil es pitar penalti... Trejo no falló desde los 11 metros y aunque parecía increíble daba la vuelta a un marcador de forma surrealista.

El Rayo había logrado voltear el marcador en apenas cinco minutos, como sucedió el día del Barcelona. Además cambiaron su forma de jugar y juntaron más las líneas para complicar más las penetraciones de la Real.

Se llegó al descanso con el 1-2. Quedaban 45 minutos para tratar de darle la vuelta al marcador. Ver para creer.

Garitano mete la artillería tras el descanso

En la segunda parte, la disposición con la que saltó el Rayo fue muy distinta a la de la primera mitad. Salieron más juntos y metidos más atrás renunciando al ataque y tratando de buscar su oportunidad a la contra.

Zubeldia lo intentó desde lejos, pero su disparo se marchó fuera por poco. La Real Sociedad elaboraba mucho las jugadas. No encontraba espacios en la defensa rayista.

Garitano, conocedor que si quería voltear el marcador su equipo debía empatar cuanto antes para evitar los nervios posteriores, introdujo los primeros cambios. Sacó del campo a Zubeldia para dar entrada a Illarramendi, y en el minuto 62 llegó la ansiada reaparición de Willian José para sustituir a Rubén Pardo. Estaba ya la artillería pesada en el césped. Y falta hacía. El equipo atravesaba un mal momento, sin ideas, ni intensidad ni propuesta.

A la Real se le empezaba a echar el cronómetro encima, mientras que el Rayo, casi sin querer, botaba tres saques de esquina consecutivos que no generaron ningún peligro.

En el 66 Willian José cabeceó fuera un centro de Oyarzabal. Pero ya avisaba. El tercer y último cambio de Garitano fue el de Zurutuza por Sangalli. Entonces llegó el minuto 78, y como el brasileño no sabe hacer otra cosa que no sea ver puerta decidió que ya había estado mucho tiempo alejado de un terreno de juego y marcó el 2-2 de un gran cabezazo. La Real, con Willy en el campo, por lo menos promete emociones.

El partido se volvió un poco loco y en ese correcalles el de Porto tuvo otra buena oportunidad que esta vez no pudo materializar.

El choque había cambiado estos últimos minutos y la Real pasaba a dominar. Pero más corazón que cabeza, por eso el marcador final no cambió y acabó 2-2 el partido.

Próxima jornada

Terminó el partido con reparto de puntos en Donostia. Anoeta continúa sin conocer la victoria y tendrá que esperar de momento hasta el sábado para ver si llega esa ansiada victoria. Será ante el Valencia, a partir de las 13 horas. Habrá que analizar bien por qué volvieron a escaparse dos puntos de un partido que parecía controlado y en el que se adelantaron los blanquiazules, pero mañana miércoles toca ya ponerse de nuevo a las 11.00 horas el mono de trabajo para volver a los entrenamientos en Zubieta.

Esperemos que a la tercera sea la vencida, y la afición pueda ver por fin el primer triunfo de la Real en este Anoeta sin pistas, que volvió a vivir un ambientazo con una grada 'Aitor Zabaleta' que es un regalo.

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