Nuevo entrenador, ¿nuevas oportunidades?
La SD Huesca no ha comenzado de la mejor manera posible su primera temporada en la máxima categoría del fútbol español y se ha visto obligada a tomar medidas en el banquillo y destituir al técnico argentino Leo Franco tras marchar colista de la clasificación con tan sólo 5 puntos en los primeros 8 partidos disputados.
Tras hacerse oficial la noticia, el club oscense ya trabaja para encontrar a la persona idónea para capitanear la plantilla y revertir la mala situación actual. Todo hace indicar que el elegido podría ser Francisco Rodríguez, que el curso pasado ya realizaba una gran campaña al frente del CD Lugo y también ha pasado por los banquillos del UCAM Murcia, la UD Almería y sus categorías inferiores.
Esta incorporación podría significar varios movimientos dentro de los esquemas utilizados Leo Franco en las primeras jornada, en los que hombres como Jorge Miramón, Cucho Hernández, Ezequiel Ávila o Álex Gallar jugaban prácticamente todo, y futbolistas como Rubén Semedo, Gonzalo Melero, Moi Gómez, Damián Musto o David Ferreiro contaban con un gran protagonismo. Otros de los casos más sonados fue el de Samuele Longo quién comenzaba como titular la temporada y fue perdiendo protagonismo en los últimos compromisos, una confianza que podría volver a recuperar con esta llegada del nuevo técnico.
La llegada de Francisco podría servir para que futbolistas como Jovanovic, Carlos Akapo o Lluís Sastre, que han pasado prácticamente desapercibido en este inicio de LaLiga Santander, ganen enteros para entrar en unas alineaciones que eran casi impensables con el antiguo técnico argentino.
Ahora, el almeriense tendrá en su mano si seguir utilizando los esquemas marcados por Leo Franco como eran el 4-4-2 o un 4-5-1, en algunos partidos determinados, y seguir dando confianza a los mismos futbolistas o comenzar con un gran lavado de cara para que el barco azulgrana se olvide de las agitadas aguas por las que deambula y comience una travesía más placentera en la que poder conseguir una hipotética permanencia que quedaría registrada en los libros de oro de la entidad aragonesa.