El Betis acude a remedios científicos para evitar las lesiones
Las investigaciones científicas encaminadas a mejorar los planes de entrenamiento y recuperación de deportistas profesionales están a la orden del día. El Betis ha querido aprovechar estas ventajas a través de un acuerdo de colaboración con la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla (UPO).
Este acuerdo servirá para la implantación de un sistema de prevención y recuperación funcional de lesiones. Que la ciencia y el deporte avanzan de la mano es algo que está fuera de toda duda. Los sistemas médicos se nutren de las tecnologías más avanzadas para seguir elaborando sistemas más eficaces y precisos que puedan mejorar todo el desarrollo físico de los deportistas profesionales.
El club andaluz quiere dejar atrás una última temporada marcada por la plaga de lesiones que le asoló. Amaya, Perquis, Nacho, Didac, Xavi Torres, Nosa, Salva Sevilla y Rubén Castro, entre otros, sufrieron el calvario de lesiones de gravedad.
Quizás por ello la entidad bética haya acudido a la dupla ciencia-tecnología para evitar que se repita la situación del pasado ejercicio.
Los integrantes de la primera plantilla del Betis se han sometido así a diversas pruebas médicas con el fin de arrojar distintos parámetros a través de los cuáles los servicios médicos del club, junto a los expertos de la UPO, puedan supervisar la rehabilitación de los jugadores que caigan lesionados, según ha informado la propia universidad.
De la mano de expertos científicos de la UPO, que trabajarán codo con codo con los servicios médicos del club, el Betis pretende diseñar un plan específico de trabajo destinado, principalmente, a la prevención y recuperación de lesiones.
Además, el test de fuerza que realizaron servirá también para controlar la fatiga y corregir descompensaciones musculares en los jugadores.
Así, el Laboratorio de Fisiología del Ejercicio de la UPO, con el apoyo del Máster de Preparación Física y Readaptación en el Fútbol, llevará el control y supervisará todos los valores fisiológicos de los futbolistas del primer equipo con el objetivo de prevenir la fatiga, reduciendo el riesgo de lesión.