Williot Swedberg fue el héroe del Celta de Vigo con un doblete con el que vencieron 0-2 al Real Madrid en el Santiago Bernabéu. El sueco salió en la segunda parte por Pablo Durán, lesionado en el hombro derecho, anotó el 0-1 con un taconazo. En el 0-2 tras regatear a Thibaut Courtois se metió dentro de la portería con el balón en una imagen histórica.
Al acabar el encuentro, que suponía la primera victoria del Celta en el Santiago Bernabéu en Liga desde el 2006, confesó que estaba aún en una nube: "Ahora mismo no tengo mucho en la cabeza, estoy muy feliz. Fue un partido muy trabajado. Sabíamos que teníamos que correr mucho, trabajar en defensa pero que íbamos a esas ocasiones para ganar el partido".
Sobre su facilidad para marcarle goles al Real Madrid bromeó apuntando que "ojalá fuese así contra todos los equipos, se me da bien, siempre hablamos mucho de dónde hay espacios y eso ayuda mucho".
Sobre la victoria, que corta una mala racha de resultados, confesó que "La Morocha y felicidad". "Nos venía muy bien. Veníamos de dos partidos difíciles, tres incluso. Esta victoria nos viene bien para acabar el año muy bien".
El extremo sueco también reveló que el Santiago Bernabéu se escuchaba más a la afición celeste que a la local: "Te juro que escuchábamos mucho a los aficionados. Es eso que nos da un diez por ciento de trabajo cuando estamos cansados. Esta victoria también es de ellos".